La Charrería es un arte y disciplina surgida de las actividades ecuestres y tradiciones ganaderas. El estado de Hidalgo es considerado “la cuna de la charrería”.

Fue catalogado como un deporte, gracias a la Reforma Agraria de principios del S.XX. Los principales protagonistas y precursores de la Charrería, fueron los terratenientes que emigraron a la Ciudad de México y Guadalajara, consolidando grandes asociaciones para mantener la tradición y popularidad; las más importantes son la Asociación de Charros de Jalisco A.C., Asociación de Charros de Morelia A.C. y Asociación de Charros Regionales de La Villa A.C.

La Charrería Organizada sigue vigente en nuestro país y sus actividades son presentadas en distintos Lienzos o Rodeos ubicados en la CDMX y en el interior de la República, en los que se ejecutan entrenamientos para concursos públicos o charreadas, que permiten a los espectadores admirar la destreza del espectáculo en 9 Suertes.

Las 9 suertes se dividen en las siguientes representaciones: la Calada de Caballos, Piales en el Lienzo, Coleadero, Jineteo del Toro, la Faena de la Terna en el Ruedo, Jineteo de Yegua, Manganas a Pie, Manganas a Caballo, Paso de la Muerte. 

Cabe mencionar que la característica de un charro o jinete es su indumentaria tradicional con icónicos sombreros de ala ancha como el Andaluz, “De piloncillo” y 4 Pedradas; chaparreras, botín de charro de una pieza, cinturones piteados, calados o cincelados y la pachuqueña.

Los trajes típicos se dividen en uno de Faena, Media Gala, Gala y Etiqueta, los cuales son acompañados por las reatas; las mejores son originarias de San Miguel Cuautitlan, Jalisco y están hechas de lechuguilla e ixtle (fibra de maguey).

El caballo es característico de este deporte y las razas más usadas son el Criollo y el Cuarto de Milla, la montura que utilizan es la Albarda.

También la mujer es partícipe de este deporte y se le denomina Escaramuza. Su vestimenta es genuina, pues se caracteriza en 3 clases: el vestuario de Adelita, China Poblana y el de Charra de Etiqueta (prendas de gamuza) y se componen de un rebozo en “X” o largo, sombrero charro de 4 pedradas, “calzonera” y botines de una pieza.

Uno de los antecedentes del traje charro fue la vestimenta de los chinacos (guerrilleros que pelearon contra las tropas americanas en la Guerra de Intervención de 1847) después hubo una mezcla entre el traje típico mexicano con el de la monta inglesa durante los tiempos de Maximiliano. El primer charro fue Ponciano Díaz Salinas, primo de Porfirio Díaz.