DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

México, D.F., 21 de mayo de 2015.

 

Buenos días tengan todos ustedes.

Como podrán haber observado por su agenda y su programa, quien estaba programado para estar con ustedes el día de hoy era el Subsecretario Rosenzweig. En este caso lo reemplazamos porque tuvimos un cambio de planes en los viajes internacionales. La Reunión de APEC que se llevaba a cabo en Filipinas estaba organizada back to back con la negociación ministerial de TPP en la Isla de Guam, y esa reunión va a ser aplazada aproximadamente por un mes. Eso me permitió pedirle a Francisco que fuera en mi lugar a APEC y a mí me permitió tomar el lugar de Francisco aquí con ustedes esta mañana.

Seguramente muchos de ustedes y sin duda un grupo convocado por Susan debe ser un grupo que está al día con los términos de la relación bilateral y de lo que pasa con NAFTA. Y no sé cuántos estuvieron pendientes del inicio del debate para la aprobación del TPA en el Senado norteamericano. Yo estuve pendiente del mismo, y fue un poco triste escuchar al líder demócrata al Senador Wyden utilizar frases como today begins the process of crossing the history books on the NAFTA era in trade this legislation is going to put NAFTA in the rear view mirrow and fix many of it´s mistakes, estos fueron algunos de los muchos remarks que hizo el Senador Wyden cuando presentó la legislación para la consideración del Senado norteamericano y estaban tratando de tener aprobado el couture para reducir el tiempo de debate y sacar adelante la aprobación.

Se espera que la próxima semana el Senado norteamericano termine deliberando básicamente su voto en cuanto al TPA, que es un instrumento fundamental para poder llevar adelante las negociaciones del TPP.

Sin embargo como esta participación que se me pidió el día de hoy tiene que ver con la competitividad de América del Norte y el papel que México debe jugar en ella, decidí iniciar mis comentarios justamente sobre estas posiciones o estos remarks del Senador Wyden que sin duda las entendemos porque lamentablemente hoy la política se hace en función de opinion pulse y no se hace en función del liderazgo de hombres de Estado con visión de largo plazo.

Cuando analizamos de fondo qué ha sido NAFTA nos damos cuenta que NAFTA ha transformado la manera como hacemos economía, comercio y producción en América del Norte.

Cuando vemos que en el debate de hace 20 años que hoy las tendencias proteccionistas quieren revivir al discutir TPP nos damos cuenta que todos los non sayers, todos los enemigos de NAFTA de hace 20 años se equivocaron. El famoso great… de la pérdida de empleos masivo en Estados Unidos fue falso. Hoy gracias al comercio bilateral se crearon más de seis millones de empleos en Estados Unidos, sin considerar todos los que se han creado en México.

Hoy gracias a NAFTA comerciamos siete veces lo que comerciábamos hace 20 años. Hoy gracias a NAFTA construimos cosas juntos que nos hacen más competitivos globalmente. El problema es que a veces cuando vemos desajustes en los resultados del proceso nos equivocamos al señalar dónde están los errores. El problema no es NAFTA. El problema es lo que nos ha faltado para hacer que NAFTA funcione mejor en un mundo de alta competitividad. El problema fue haberse descuidado en los noventas y haber permitido que la manufactura básica emigrara a China para surtir los mercados de América del Norte perdiendo también la oportunidad de innovar en los procesos de manufactura avanzada.

Y por eso hoy los liderazgos en celdas fotovolcaicas y los liderazgos en tecnología en fabricación de baterías de alto rendimiento se erradicaron en China y no en América del Norte, porque creímos que podíamos dejar ir la manufactura sin consecuencias del desarrollo de la innovación.

Pero entonces precisemos dónde está la competencia y donde están los retos, y no nos equivoquemos a apuntar hacia un tratado de libre comercio que fue un landmark histórico hace 20 años, y que gracias a él pudimos hacer una transformación fundamental de esta región.

Hasta hoy en día, cuando vemos que Toyota acaba de anunciar mil millones de dólares de inversión en Guanajuato para producir el Corolla, cuando década y media antes lo anunció en su planta de San Antonio. Guanajuato y San Antonio no están aislados, la proveeduría de ambas plantas es binacional y hoy a San Antonio vienen inversionistas México-Norteamericanos que hoy son suppliers de la planta de Toyota en San Antonio para constituir inversiones en Guanajuato y fortalecer las cadenas de proveeduría en México con inversión de México-Americanos en Estados Unidos.

Así es que la historia de NAFTA se sigue escribiendo con éxitos y se sigue fortaleciendo en la visión de largo plazo. NAFTA hizo converger nuestros mercados de consumo. NAFTA mejoró las condiciones de alternativas para los consumidores mexicanos. NAFTA hizo converger la calidad de la inversión de la región. Las inversiones globales que han llegado a México de manera importante post-NAFTA vienen a dar parámetros superiores en materia de cuidado del medio ambiente y respeto a derechos laborales, todo lo contrario de lo que los críticos decían antes de embarcarnos en este gran proyecto.

¿Pero dónde sí están los retos? Los retos están que los mismos que vuelven a la crítica son responsables de haber retrasado 20 años la entrada de libre acceso del sector transporte a ambos países y si consideramos que el 70 por ciento de la transportación de mercancías entre México y Estados Unidos se hace por tierra, el impacto en la competitividad y productividad de no haber permitido el libre acceso y la movilidad de transporte y obligarnos a una logística costosa en frontera, eso sí impacta la competitividad regional y eso sí impacta el éxito de NAFTA frente a otras regiones del mundo.

Es ahí donde debemos de enfocarnos, en aquellos elementos que han impedido que hagamos de NAFTA o que hagamos de América del Norte a través de NAFTA o del TLC, la región más competitiva del mundo, y para hacerlo necesitamos tomar conciencia de lo que todavía nos falta por mejorar y ahí también pasamos por la parte de controversias comerciales.

Las controversias comerciales bilaterales no representan gran parte del comercio afortunadamente, menos del uno por ciento, pero en esas controversias están los intereses proteccionistas que siguen jalando hacia abajo el desarrollo, la expansión y el crecimiento de nuestros tratados.

Ahí está el debate sobre el tema del acero, cuando vamos a un mercado integrado en esquemas productivos, cuando tenemos una asociación trilateral de la industria del acero, cuando debemos de hacer una estrategia común para proteger a los acereros de América del Norte frente a la competencia desleal, empezamos a tener también el espacio para acciones proteccionistas dentro de la región y se impone una cuota extraordinaria a la varilla mexicana en un mercado donde sólo representa el 2 por ciento del mercado norteamericano.

Y ahí está el tema del azúcar, que afortunadamente llegamos a un acuerdo, pero que sustrajo de NAFTA la posibilidad de seguir integrando el libre comercio en el mercado de confitería, chocolates y edulcorantes en América del Norte.

Si seguimos administrando al proteccionismo detrás de estos procesos contra la competitividad de una región que sin duda puede ser la más competitiva del mundo, seguiremos retrasando más beneficios de los que hoy tenemos gracias a la integración que hemos logrado.

¿Pero dónde están los retos hacia futuro? Desde que se integró el diálogo Obama-Peña, se integró el grupo de alto nivel de diálogo empresarial junto con el hight level economic group a nivel gubernamental, y ahí gracias a la contribución de los empresarios la agenda ha quedado clara desde el punto de vista del pilar de competitividad y en él está fundamentalmente cómo avanzamos en una frontera que no responde a la demanda del siglo XXI en materia de comercio.

Una frontera donde seguramente esta mañana el Subsecretario de América del Norte les comentó que hay compromisos de modernización en puntos críticos ¿con qué objetivo? Con el objetivo de reducir al mínimo el tiempo de espera de personas y mercancías en su cruce. Si bien, debemos de tener la mejor tecnología para proteger seguridad nacional, debemos tenerla para facilitar los procesos comerciales, y en ese proceso, un buen anuncio es que por primera vez, después de muchos años y décadas de luchar en México por una aprobación legislativa que permita el establecimiento de preclearance en los procesos aduaneros ya se logró aprobar la ley y muy próximamente en puntos específicos tendremos la posibilidad de tener custom officials norteamericanos haciendo preclearance de procesos aduanales, lo cual impactará tremendamente en la eficiencia de cruces fronterizos y esas preclearance también lo podemos llevar al sector turismo entre Estados Unidos y México, haciendo preclearance en los aeropuertos más importantes como Los Cabos o Cancún, podemos facilitar la expansión de vuelos a ciudades pequeñas en Estados Unidos donde ya no será necesario que tengan custom facilities y estaciones de migración para poder estar viajando a centros turísticos mexicanos.

Es ahí donde está el siguiente paso para eficientar NAFTA, para poder lograr, que lo que se ha logrado en 20 años se pueda multiplicar en los años por venir y podamos hacer de América del Norte la región más competitiva del mundo.

Recordemos que no fue México el que vino a presentar el reto más grande de la competitividad de Estados Unidos, fueron justamente China a partir de su incorporación a la OMC, y es ahí donde sólo uniendo las fortalezas de América del Norte con nuestras economías complementarias en energía, capital humano e innovación podemos hacer frente a los retos que presentan otras regiones competitivas en el mundo.

¿Qué aporta México en este proceso de mejorar la eficiencia e integración productiva? Aporta el resultado de un gran esfuerzo que tardó 20 años en consolidarse y que se reflejará gracias a las reformas impulsadas por el Presidente de la República en elementos claros de competitividad México y regional. Cuáles son esos elementos que impulsarán el elemento adicional competitivo para la región?

El primero, originado por una reforma energética, dándonos por primera vez una infraestructura territorial nacional de más de 10 mil kilómetros lineales de gasoductos poniendo a muchos lugares de México en la era de la manufactura, con acceso a un gas que cuesta una tercera parte de lo que cuesta en otras partes del mundo y que primero viene del valle de Texas y segundo, gracias a las reformas, será explotado en la frontera norte de México.

El elemento de costo en las bases industriales fundamentales de la manufactura, en el acero, en el textil, en el cemento, en ellos más del 25 por ciento de su costo es energía y eso impacta las cadenas de valor conforme al banco, haciéndose más compleja en los procesos de integración del valor.

El segundo elemento se aporta a través de otra reforma, asegurarnos que el bono demográfico mexicano, que es un gran complemento para América del Norte, sea un bono productivo, a través de una reforma educativa y de un proceso integral, sector público-sector privado, para garantizar que podemos desarrollar el talento necesario para enfrentar los nuevos retos de una gran inversión que está llegando a México en materia de procesos manufacturados de alta complejidad.

Y el tercer pilar lo estamos construyendo juntos, donde México es el jugador que inició en el más bajo nivel: investigación y desarrollo, pero gracias a los compromisos bilaterales y gracias al compromiso de comprometer uno por ciento del presupuesto, llegar al uno por ciento en este sexenio, podemos ir incrementado las capacidades en materia de innovación y desarrollo necesarias para ganar la competencia en el sector manufacturero.

Hoy desde México observamos que esa competencia es clara y fundamental. El sector de autopartes, acabo de visitar una Planta que es de las más eficientes en la producción de frenos en América del Norte, San Luis Rassini se llama la planta, con los procesos productivos, son los frenos que llevan los Maserati, los que llevan los Cadillac, las mejores marcas del mundo, y la innovación es lo que ha permitido en la producción manufacturera ir de una base de producción unitaria por molde, disco por disco, a una producción multidisco en moldes de invención mexicana.

Esos son los elementos que están transformado de fondo nuestras capacidades para competir, y finalmente el reto no es fácil, estamos frente a un mundo que no nos da garantías del futuro de la multilateralidad en el comercio internacional. La OMC está viviendo uno de sus peores momentos tratando de llevarnos a la Ronda de Doha para ver si después de tantos años que infructuosamente se ha pretendido cerrar la Ronda se puede cerrar en esta ocasión en África.

Las probabilidades, en este momento, no se ven halagadoras en Ginebra y lo que sí podemos decir es que si la Ronda de Doha no llega a un avance significativo, lo más conveniente es cerrar Doha y abrir una agenda de fortalecimiento al menos en el arbitraje del comercio internacional.

Por ello es aún más importante lo que estamos haciendo juntos en la región de América del Norte. TPP consolidado de una manera integral, armando una política y estrategia muy de la mano México y Estados Unidos, las negociaciones con Europa, donde Canadá ya cerró la suya, Estados Unidos está en proceso, y México va con una visita del Presidente a darle el banderazo a la modernización del diálogo con Europa para poder modernizar el Tratado que México tiene con Europa desde hace 15 años y que fue el primero que Europa hizo con un país de las Américas.

Así es que o aprovechamos más la integración, nos ponemos las pilas, dónde están los verdaderos retos y los verdaderos competidores o simple y sencillamente seguiremos navegando en las ineficiencias que a veces los espíritus proteccionistas siguen llevando esta discusión.

Muchísimas gracias por su atención.