DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

México, D.F., 23 de octubre de 2014.

 

Buenos días tengan todos ustedes. Bueno, primero darle la bienvenida a mi colega Débora Giorgi, nos acabamos de saludar en Buenos Aires la semana pasada justamente la semana pasada, teníamos el interés tremendo de venir a este Foro para compartir con ustedes.

A mi amigo, Emilio Lozoya, esta invitación que la puso en el calendario con tiempo de anticipación. Sin duda representaba una gran oportunidad para poder cruzar lo que es el desarrollo de la empresa productiva más importante de México, el empleador más grande de este país, con la visión misma de lo que es una política industrial y de fomento es fundamental.

Y a Arturo, pues agradecerle el trabajo que está haciendo dentro de este gran Foro de Procura Latinoamericano de las Empresas Petroleras. Realmente creo que es una gran idea. Y es una gran idea, porque a veces parecería ser que la dinámica de los analistas cuando ven los grupos regionales, de integración que se forman en el continente parecería que les pasa en automático que estos grupos que están en competencia, en confronta o en visiones abismalmente diferentes.

Y este tipo de diálogos es la mejor muestra de que una América Latina integrada, global y moderna no se puede entender sin la interlocución de todos los países latinoamericanos, sobre todo de las grandes economías latinoamericanas, la economía de Argentina, de Brasil y de México, y en este sentido cuando hablamos de que aquí convergen todos los organismos que actualmente interactúan en estrategias de integración comercial con una sola visión, con la visión de integrarnos en cadenas productivas y de planear el futuro productivo de América Latina con una visión conjunta, y así es esta demostración.

Tendremos próximamente en Cartagena una reunión de visiones entre Mercosur y Alianza del Pacífico porque al fin del día el futuro no se puede entender sin las grandes capacidades productivas justamente de cadenas de valor en este gran continente. Esta es la mejor muestra de ello, aquí estamos todos, están países pertenecientes a Mercosur, países pertenecientes al ALCA, países pertenecientes a Alianza del Pacífico, y esa es la mejor muestra que en la práctica sólo este tipo de iniciativas nos llevarán a una visión integradora del potencial latinoamericano.

Cuando pasamos por la realidad de que este continente tiene la segunda reserva petrolera más importante del mundo, tenemos 20 por ciento de esa capacidad, es claro que tenemos un compromiso definido, sobre todo en un país como México que está arrancando una nueva etapa en su vida productiva en materia de energía para diseñar un futuro que finalmente traiga un impacto democratizador en el sentido que Débora establecía, la democracia inclusiva, donde haya oportunidades para todos los jugadores con una igualación o emparejamiento del terreno de juego.

Y aquí hay dos vertientes fundamentales, y yo agradezco muchísimo la muy buena preparación de gráficas que hizo Débora porque de alguna manera en esto está apoyadas las ideas que yo tengo contemplado compartir con ustedes.

Por un lado, en lo que es la definición y las nuevas responsabilidades que esta Reforma le da no sólo al sector energético nacional, sino a la Secretaría de Economía para acompañar este esfuerzo de poder desarrollar una política industrial basada en estos nuevos lineamientos de apertura histórica en el marco legal mexicano.

Tenemos como Secretaría la responsabilidad de establecer la metodología de medición de contenido nacional, tenemos la responsabilidad de verificar ese contenido nacional, tenemos la responsabilidad, que ya está creado, el Fondo de Apoyo para el Impulso de las Cadenas de Valor en el sector energía y también la responsabilidad de crear el Catálogo Nacional de Proveedores de la Industria Energética Mexicana, tanto en petróleo como en hidrocarburos, como en el caso de la industria eléctrica.

Y en este sentido siempre hay que observar los mejores modelos. Tenemos la fortuna de que nuestros compañeros latinoamericanos algunos nos llevan años de experiencia. Los modelos de Latinoamérica tienen historias de éxito. También nos dicen con toda franqueza aquello que ha resultado y aquello que no ha resultado.

Tenemos un libro de dónde leer y de dónde aplicar las mejores prácticas. Y en ello lo que resumimos y estamos a unos días de entregar la metodología para medición de integración nacional dentro de las cadenas de valor, cómo tener la flexibilidad suficiente para que si bien diseñar el desarrollo de la producción nacional incorporada al sector, tener la suficiente flexibilidad para no imponer camisas de fuerza que lo único que hagan es transferir costos no competitivos hasta el final de la cadena en contra de las propias políticas de desarrollo industrial y de desarrollo del país.

Es una frase que usamos mucho en México: “ni tanto que queme al Santo, ni tan poquito que no lo alumbre”. Tenemos que tomar el justo medio en la definición de políticas públicas para así desarrollar capacidades productivas, transferencia tecnológica, inversiones conjuntas, a través de procesos de fomento a la incorporación, al desarrollo y a la innovación, pero siempre pensando que al final de la cadena no podemos impactar por consolidación de rentas al resto de los sectores de la economía mexicana.

Y me encantó cómo coincidimos en la presentación que hizo Débora sin habernos puesto de acuerdo, porque justamente cuando observamos cuál ha sido el Talón de Aquiles de lo que sí es un gran éxito exportador de México en manufacturas y sólo hay dos talones de Aquiles obvios en la historia de éxito de la explosión de exportaciones manufactureras en México. Uno de ellos es que dejamos totalmente vacío la integración de cadenas en la petroquímica básica y generó un vacío total en nuestro esquema de valor agregado en los sectores estratégicos dependientes de la petroquímica.

Y el otro gran talón de Aquiles es que a pesar del éxito todos los exportadores y productores de manufacturas siempre decían en sus encuestas de opinión: el gran problema sigue siendo el alto costo de la energía comparable contra nuestros principales competidores internacionales.

Si ustedes observan una gráfica de cómo se ha exponenciado -y el ejemplo que usa Débora es espléndido- las exportaciones manufactureras divididas entre intensivas en energía y no intensivas en energía en los últimos años en la región de América del Norte ha sido exponencial el incremento de las intensivas en energía debido al hallazgo de fuentes de gas más baratas.

Cuando ustedes observan la dependencia de importaciones de la cadena de valor mexicana justamente es importaciones de cadenas petroquímicas y obviamente importaciones de cadenas en el caso de insumos altamente energéticos que entran más competitivamente en las cadenas nacionales.

Y eso lo que nos está diciendo es que hoy gracias a la nueva orientación de Pemex liderada por Emilio Lozoya tenemos una oportunidad histórica de fortalecer esos talones de Aquiles para hacer una sustitución eficiente de importaciones y para poder proyectar el siguiente ciclo de éxito de la expansión del sector manufacturero. Y en esto la visión integrada entre todos los jugadores en América Latina es una misión importante.

Recordemos que con todas nuestras alianzas comerciales intrarregionales aun hoy América Latina es una de las regiones con menos integración de valor en sus cadenas productivas: Europa 60 por ciento; Asia, 27 por ciento; América Latina sólo el 19 por ciento.

Yo creo que esta visión y esta convocatoria para reflexionar juntos será una gran oportunidad, Emilio, de cómo una empresa como Pemex que hoy se adopta y se proyecta hacia el futuro como una empresa productiva del Estado, con la fuerza y el tamaño que tiene nos ayude a ser de nuevo la piedra angular para visualizar el desarrollo industrial y energético para las próximas décadas, y sin duda en esta integración de ideas para toda América Latina con los esfuerzos de las grandes compañías petroleras de la región.

Para mí es un gran placer y si me permiten, simplemente, declarar formalmente inaugurado este Foro de Procura de Petroleras Latinoamericanas, deseándoles éxito en sus trabajos y sin duda que conjuntamente puedan ustedes visualizar las áreas de crecimiento y desarrollo que a partir de nuestras fortalezas energéticas podamos derivar a toda la economía con un sentido estratégico de crecimiento incluyente.

Muchísimas gracias.