El Financiero – Opinión – Secretario de Comunicaciones y Transportes

23 de mayo de 2017

Nos encontramos frente a un mundo cada vez más interconectado y una dinámica comercial vertiginosa que requiere, por parte de las naciones, una mejor planeación de sus estrategias de producción, distribución y transporte para impulsar la competitividad de su mercado interno y fortalecer su participación en el mercado internacional.

En esta dinámica de competencia mundial los sistemas de transporte de mercancías y movilidad de personas adquieren particular relevancia, si consideramos indicadores como que el 35% del valor del comercio mundial se transporta vía aérea y el 54% de los turistas internacionales viajan por aire. (1)  Asimismo, se prevé que durante los próximos 15 años, el tráfico aéreo de pasajeros en el mundo tenga un incremento anual de hasta 6.

Estas proyecciones se constatan, e incluso son superadas, en el caso de México. Tomando en cuenta que el sexenio pasado quebraron 10 aerolíneas y que la aviación mexicana fue degradada por las autoridades aeronáuticas norteamericanas, gracias al relevante impulso que le ha dado desde el primer día la Administración Federal, en la actualidad la aviación comercial nacional registra un crecimiento histórico; el volumen de pasajeros se incrementó 46%, en tanto que el volumen de carga lo hizo en 20%. A su vez el número de vuelos en el país creció en 25% y se han creado 789 nuevas rutas aéreas, 364 nacionales y 425 internacionales.

Sin embargo, frente a estas positivas tendencias contrasta el hecho de que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México llegó hace 24 años a su límite de capacidad operativa. La OCDE ha sido enfática en señalar que esta situación del aeropuerto capitalino hace que el comercio y los pasajeros no puedan viajar a nuestro país o se conecten a través de otros aeropuertos, con lo que se pierde la posibilidad de que la Ciudad de México se convierta en un HUB regional. Por ejemplo, Panamá maneja más del doble de pasajeros en tránsito que México.

De cara a esta problemática, en diferentes momentos de las dos décadas pasadas se debatió y analizó sobre la imperiosa necesidad de ampliar la oferta aérea de la Ciudad de México, pero en tres sexenios no se pudo concretar ningún proyecto. Es de destacar entonces que, bajo la visión y estrategia del señor Presidente de la República, Licenciado Enrique Peña Nieto, el Gobierno Federal anunció en septiembre de 2014 la decisión de iniciar por conducto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la construcción de uno de los tres proyectos de infraestructura aeroportuaria más grandes del mundo: el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Desde que inició el proyecto no hemos dejado de trabajar un solo día.

El NAICM resolverá durante los próximos 100 años las necesidades de transporte aéreo de la capital de México. Con esta obra daremos solución a la saturación del espacio aéreo de la región centro del país y nos convertiremos en el HUB más importante de América Latina, por encima de terminales aéreas de Panamá, Sao Paulo y Bogotá, y será uno de los 3 aeropuertos más grandes del mundo, con capacidad para atender en su primera etapa hasta 70 millones de pasajeros al año en 2020 y en capacidad máxima serán 120 millones.

Es de mencionar que se trata de un proyecto de carácter transexenal que, más allá del legado de un gobierno, debe evaluarse por su valor comercial y su impacto social; por ejemplo, tan sólo por la cantidad de empleos que promueve, durante su construcción generará hasta 160 mil y ya en operación 450 mil, lo cual sin duda alguna contribuye a elevar la calidad de vida de los habitantes del oriente del Valle de México.

La construcción del NAICM avanza conforme a lo programado. A la fecha se han realizado 180 licitaciones y se han contratado obras con un valor de más de 100 mil millones de pesos. Actualmente 20 grandes obras más, que requieren una inversión aproximada de 35 mil millones de pesos, están en proceso de licitación, con lo que se estaría contratando prácticamente el 85% del total del proyecto. Entre las obras contratadas destacan las de nivelación del terreno, la barda perimetral, la subestación eléctrica, las relevantes obras hidráulicas, la Torre de Control, las pistas 2 y 3, así como el Edificio Terminal y está en proceso el Centro Multimodal de Transporte. Es importante señalar que las licitaciones más importantes fueron ganadas por empresas mexicanas.

Es de subrayar que la ejecución de esta magna obra de infraestructura ya desarrolla una gran actividad social y económica, debido a la cantidad de empleos que genera. Hasta el momento da empleo a 40 mil personas, y el año próximo serán 100 mil. Una vez en operación, el NAICM generará 450 mil empleos, lo que lo convertirá en el centro de empleo más importante en América. Además, como parte importante del proyecto se ha previsto que las obras hidráulicas en construcción, con una inversión de 21 mil millones de pesos, eviten las frecuentes inundaciones que sufre el oriente de la zona metropolitana de la Ciudad y del Estado de México.

Actualmente hay 170 empresas trabajando en la construcción del Nuevo Aeropuerto con contratos a largo plazo. El NAICM es uno de los primeros proyectos de gran magnitud que se realizan en nuestro país bajo el esquema de Contratación Abierta, modelo promovido por el Banco Mundial para transparentar la información en todas las etapas del proyecto. Todos los procedimientos se publican en el sitio www.datos.gob.mx donde es posible consultarlos a detalle. El acompañamiento de observadores de la OCDE, SFP, INAI así como de la Academia Mexicana de Ingeniería, permitirá que el NAICM se convierta en referente de legalidad y transparencia a nivel internacional.

Con ello se alienta la participación de inversionistas en futuros proyectos de infraestructura de gran calado que se realicen en el país en el corto, mediano y largo plazos.

El NAICM es un proyecto autofinanciable. Durante 2016 se colocaron bonos a 10 y 30 años por un total de dos mil millones de dólares, a tasas que garantizan la continuidad de la obra. Este esquema de financiamiento, sumado al crédito revolvente por tres mil millones de dólares otorgados por diversas instituciones financieras y crediticias, hacen al NAICM autofinanciable y refirman la sólida confianza de inversionistas nacionales y extranjeros en el proyecto.

Estas son las acciones de gobierno que cuentan y cuentan mucho, que ponen a México en esquemas de desarrollo más acelerado y de mayor competitividad internacional.

El Financiero – Opinión – Secretario de Comunicaciones y Transportes