Desde los tiempos de Leonardo Da Vinci la humanidad ha buscado conquistar el cielo. Actualmente más de 3 mil millones de pasajeros al año abordan aviones, miles de toneladas de mercancías surcan los cielos y las fronteras nacionales para llegar a sus mercados. El 35% del valor del comercio mundial se transporta por vía aérea y el 54% de los turistas internacionales viajan por aire. Hoy la aviación es un sector en crecimiento que en 2015 generó 63 millones de empleos y se espera que para el año 2032 sean más de 100 millones; de este tamaño es el impacto y el potencial de la industria que conquistó el cielo a favor de la economía mundial.

Es así que el desarrollo y modernización del sector aeronáutico reviste importancia estratégica para el crecimiento de cualquier nación, especialmente en un mundo interconectado, en donde el movimiento ágil y eficiente de personas, bienes, información y capital son factores clave para la competitividad, el empleo y el bienestar social.

Por ello desde el primer día el Gobierno del señor Presidente de la República, Licenciado Enrique Peña Nieto, se propuso fortalecer la conectividad aérea con el propósito de que México cuente con mejores servicios, más frecuencias de vuelos y costos competitivos en el ámbito nacional y con el resto del mundo, así como establecer las condiciones para garantizar la máxima seguridad en la prestación de los servicios aéreos.

A cuatro años de iniciada esta administración, México atrae la atención internacional debido al histórico impulso que ha dado al sector aeronáutico, como lo refleja la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), una de las obras de infraestructura más grandes del mundo.

Después de varias décadas de aplazamiento, en septiembre de 2014 con visión y decisión el presidente de la República anunció el inicio de la construcción del NAICM a fin de responder a la creciente necesidad de contar con una instalación acorde al ritmo de crecimiento de la actividad global del país.

La construcción del NAICM avanza conforme a lo planeado. Se han realizado 180 licitaciones de las obras más importantes con un valor de más de 100 mil millones de pesos: nivelación del terreno, obras hidráulicas, barda perimetral, subestación eléctrica, torre de control, pistas 2 y 3, así como el edificio terminal. Cabe destacar el alto impacto social que tiene su construcción; tan sólo por la cantidad de empleos que promueve genera hasta 160 mil empleos y ya en operación propiciará la creación de cerca de 450 mil, lo cual, contribuirá a elevar la calidad de vida de los habitantes de esta región del Valle de México. De cara a la sociedad y con apego absoluto a la norma, vamos en la ruta correcta para dotar al país de un aeropuerto que resolverá definitivamente el problema de la saturación que afecta a la actual terminal aérea.

Además de esta importante obra, hemos remodelado y ampliado más de 28 aeropuertos en el país, entre los que destacan las Nuevas Terminales 3 y 4 del Aeropuerto de Cancún; la nueva Sala 75 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y la adecuación en el actual aeropuerto para recibir al Airbus 380, el avión más grande del mundo. Igualmente destaca la ampliación de terminales como las de Acapulco, Veracruz, Guadalajara, Los Cabos, Mérida entre otras muchas que son relevantes modernizaciones del Sistema Aeroportuario Mexicano.

De esta manera, hemos pasado de un sector que hace seis años sufrió el cierre de 10 aerolíneas, a uno que está en pleno desarrollo. Entre 2012 y 2016 el transporte aéreo nacional alcanzó crecimientos históricos; el volumen de pasajeros registró un incremento del 45%, en tanto que la flota comercial aérea creció en un 40%. Además, se han creado 733 nuevas rutas áreas nacionales e internacionales y los precios de los pasajes se han mantenido estables en promedio. Todas las aerolíneas renuevan sus aviones y las flotas de las principales empresas tienen ya una antigüedad menor a los 7 años cuando al inicio de la administración era de 18.

Es importante señalar que el organismo responsable de la seguridad en el espacio aéreo nacional (SENEAM), gracias a la modernización constante de sus equipos y sistemas con tecnología de punta y con una inversión superior a 664 millones de pesos, permite ofrecer los más altos estándares de seguridad a los pasajeros en las operaciones aéreas.

Si bien los datos anteriores reflejan el crecimiento de la industria, al mismo tiempo se ha venido generando un congestionamiento operativo que ha derivado en una baja en el índice de puntualidad de las aerolíneas, lo que ha ocasionado que se tomen diversas medidas para proteger a los pasajeros. Recientemente la Cámara de Diputados turnó a la de Senadores una reforma a la Ley de Aviación Civil que establece compensaciones por retrasos en las horas de salida o de llegada de los vuelos.

Paralelamente la SCT, a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) instrumentó un mecanismo que ante la existencia de un incumplimiento del 15% en el horario de aterrizaje o despegue (slot) por causas imputables a la aerolínea, ésta lo perderá y se le asignará a una diferente; medida que sin duda obligará a una mayor puntualidad a favor de los pasajeros

Como se puede observar, estamos ante uno de los periodos de crecimiento más importantes de la historia de la aviación de México, lo cual apoya significativamente el aumento en el número de turistas nacionales e internacionales que visitan nuestro país.

El Financiero – Opinión – Secretario de Comunicaciones y Transportes