En el marco de los ejes de la prevención y la innovación establecidos por el gobierno de la República, México se convirtió hoy en el primer país del mundo en aprobar un innovador fármaco para tratar la diabetes mellitus tipo 2.

 

Con el objetivo de coadyuvar a la prevención y retrasar las complicaciones de la diabetes, que merman la calidad de vida de los pacientes, la Secretaría de Salud a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) autorizó la comercialización de la molécula Lixisenatide.

 

Nuestro país es pionero en la aprobación de este medicamento, debido a la reciente  reforma al artículo 170 del Reglamento de Insumos para la Salud para sustituir el certificado de venta en el extranjero por un informe de estudios clínicos en población mexicana, lo que sienta además las bases para que México sea el primer país de registro de futuras moléculas innovadoras.

 

Este cambio de paradigma en la regulación sanitaria es de la mayor relevancia para la salud pública, ya que antes un medicamento nuevo que se producía, por ejemplo, en Europa o Asia, podría tardar hasta cuatro años en llegar a México. Al ser nuestro país el primer país de registro, alentará también la innovación y la competitividad económica del país.

 

La nueva molécula para tratar la diabetes tipo 2 es una alternativa inyectable que se aplica una vez al día, permitiendo un mejor control del padecimiento.

 

Los estudios clínicos se llevaron a cabo en México y en más de 40 países, incluyendo Canadá, Australia, Alemania, Japón y Marruecos.

 

Las pruebas científicas sobre la efectividad y seguridad del fármaco se realizaron en 608 pacientes mexicanos, equivalente al 8.71% del total a nivel mundial, en hospitales públicos y privados de diferentes estados de la República.

 

Las principales funciones del lixisenatide son: mejorar el control glucémico inmediato y sostenido, disminuir el riesgo de hipoglucemia, sobre todo en el periodo más largo de ayuno que se presenta por las noches, y disminuir el peso de los pacientes con obesidad.

 

Los beneficios para el consumidor: prevenir el agravamiento de la enfermedad e incrementar la esperanza de vida, en tanto que para el sector salud representará  menor tiempo de hospitalización y liberación de recursos para otros tratamientos.

 

Para el fabricante, el registro oportuno de una nueva molécula significa incentivos para seguir innovando y seguridad jurídica que garantiza sus derechos de propiedad intelectual.