El Trastorno por Déficit de Atención (TDA), es una enfermedad que se registra desde etapas preescolares y puede manifestarse con hiperactividad, inatención o impulsividad, señaló José Cárdenas Zetina, Jefe de la División de Servicios Paramédicos del Hospital Psiquiátrico Infantil “Juan N. Navarro”, la Secretaría de Salud.

El especialista indicó que a diferencia de un niño que brinca, es alegre y platicón, el paciente con TDA empieza a tener problemas por más de seis meses en ambientes diferentes y tiene dificultades para aprender, socializar o en el seguimiento de instrucciones.

Hay niños, explicó, que tienen más problemas de atención y concentración que hiperactividad o impulsividad. Esos niños están clasificados como flojitos en la escuela, tienen fracasos escolares y son estigmatizados por que no termina las actividades o son muy inquietos en el salón de clases.

“Los niños se dan cuenta que a pesar del esfuerzo fracasan. Los papás se desesperan y presionan al niño, quien en consecuencia desarrolla depresión”.

Reconoció que está extendida la creencia  en la sociedad de que el TDA significa hiperactividad, sino no es nada. Sin embargo, hay niños muy distraídos y muy dispersos que van a tener muchos problemas en las calificaciones, en retener información, aprender las tablas de multiplicar o terminar tareas.

Informó que el TDA es un trastorno neurosicológico y otras veces hereditario; no es un problema de educación ni de disciplina del niño o de los padres que no estén educando adecuadamente a sus hijos. Es un problema a nivel de los neurotransmisores cerebrales que se corrigen con medicamentos y psicoterapia.

A los niños que presentan sobre todo hiperactividad, se recomienda a los padres de familia evitar tratamientos alternativos como quitarles el azúcar o aislarlos porque el problema no se corrige y sólo retrasa que los menores de edad sean diagnosticados y reciban un tratamiento contra el TDA.

El especialista indicó que etapa escolar detectan con mayor frecuencia el TDA y el 70 por ciento de los casos que se atienden en el Hospital Infantil Psiquiátrico es por este padecimiento.

Los pacientes con TDA que no reciben tratamiento son más proclives al consumo de dosis altas de café y nicotina o combinados drogas, porque mejoran la concentración y atención.