La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo  y crónico,  que lleva con el tiempo a una incapacidad gradual del paciente, y cuya característica  desencadena alteraciones en la movilidad cognitiva, la expresión, en la función de autonomía, afirmó Eduardo Díaz Juárez, secretario de Salud y director General de los Servicios de Salud de Durango, quien señaló que el padecimiento deteriora la calidad de vida de las personas.

Señaló que esta enfermedad está presente en todo el mundo, afecta a ambos géneros por igual, y a partir de la sexta década de la vida se presenta el mayor número de casos.

Indicó que la sospecha de esta enfermedad se cimenta cuando se presentan al menos dos de cuatro signos, como el temblor  en reposo, rigidez muscular, lentitud de movimientos voluntarios e involuntarios y la disminución o pérdida de los reflejos posturales.

El  secretario de Salud y director General de los Servicios de Salud de Durango dijo que las manifestaciones con que se clasifica una enfermedad de Parkinson, son: bradicinesia (lentitud de movimientos), alteración de la motricidad, micrografía  (estado en que la letra en manuscrita del paciente cada vez se hace más pequeña e ilegible).

También, la hipofonía (baja volumen de la voz), sialorrea (producción excesiva de saliva), temblor en reposo, rigidez muscular, signo o fenómeno de la rueda dentada, alteración de la postura e inestabilidad postural.

 Sin embargo, Díaz Juárez hizo notar que no todos los síntomas del mal de Parkinson aparecen en todos los pacientes y la evolución y progresión de la enfermedad es variable entre los diferentes pacientes. Sin embargo,  como se trata de un trastorno progresivo, los síntomas empeoran gradualmente con el tiempo.

Estos signos se ven agravados por el estrés y las situaciones emocionales que causan ansiedad y los malestares  suelen mejorar con el descanso, el sueño y se utilizan técnica de relajación o cualquier estrategia para controlar el estrés y la ansiedad, dijo finalmente el Secretario de Salud.