La dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria de la piel que se acompaña de resequedad y rascado frecuente, debe atenderse de forma oportuna, de lo contrario puede afectar la calidad de vida del paciente al ser un problema permanente y crónico que tiene momentos de crisis.

Afirmó lo anterior María del Mar Sáenz de Ocariz Gutiérrez, especialista adscrita a la Unidad de Dermatología del Instituto Nacional de Pediatría, quien añadió que la dermatitis atópica es la primera causa de demanda de atención en el servicio.

La dermatitis se debe a factores hereditarios y del medio ambiente como bacterias, irritantes, sudor, saliva, cambios de temperatura, textiles, tensión y estrés.

Es común que estos pacientes tengan alteraciones en el sistema de defensa del organismo que provocan mayor susceptibilidad a irritantes, y que la barrera de la piel protectora del medio externo presente cambios en las grasas y en el componente de retención de agua, lo que genera resequedad de la piel.

La especialista dio a conocer que se sospecha de dermatitis atópica si la persona tiene comezón intensa, las lesiones en los menores de un año están fundamentalmente en la cara y mejillas y con menor frecuencia en el cuero cabelludo y en el resto del cuerpo; en los preescolares se localiza en los pliegues detrás de las rodillas y delante de los codos, párpados, muñecas y tobillos.

Los pacientes con enfermedad más severa tienen la llamada “piel llorosa”, es decir, vesículas que se rompen y liberan una sustancia, y en las formas crónicas la piel está engrosada por el rascado frecuente.

Debido a que la pérdida de agua de la piel es un síntoma común, se debe hidratar  con el baño frecuente y uso de cremas especiales para disminuir la comezón y la inflamación que se perpetúa por el constante rascado.

El baño proporciona alivio de la dermatitis atópica al hidratar la piel, eliminar sudor, bacterias y otros alergenos, permite mayor penetración del medicamento, cremas y emolientes, pero debe hacerse diario y de ser necesario dos o tres veces al día, en tina, con agua tibia, sin tallar la piel y jabón neutro.

Sáenz de Ocariz Gutiérrez sugirió que inmediatamente después del baño hay que aplicar los humectantes o lubricantes que evitan o reducen la pérdida de agua de la piel y el desprendimiento de las células que ayudan a generar la barrera protectora de la piel.

Sobre el tema, Carola Durán McKinster, Jefa del Servicio de Dermatología del INP, informó que hay desconocimiento por parte de la población de esta enfermedad, sus causas y consecuencias.

Ante la necesidad detectada por parte de los especialistas de este y otros Institutos del conocimiento por parte de la población de esta enfermedad, formaron la Fundación para la Dermatitis Atópica, A.C., que organiza talleres gratuitos para pacientes y familiares en los que se enseña a los pequeños las medidas de control de este trastorno cutáneo, sobre todo en momentos de crisis, se les hacen dinámicas de juego y se les proporciona material informativo.

La Fundación para la Dermatitis Atópica, A.C. también brinda apoyo para la investigación y estudios clínicos sobre la enfermedad, además de información y educación para médicos generales y educadores.

Quien lo desee puede obtener mayor información sobre este organismo en la página: www.fundacion-dermatitis-atopica.com.mx o llamar al teléfono 1084 5528.

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