Con programas de Seguimiento, el Instituto Nacional de Perinatología vigila el desenvolvimiento de los menores

Con el Programa de Intervención Paterna del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), más de 85 por ciento de los bebés prematuros alcanzan un desarrollo normal en sus habilidades cognoscitivas y lingüísticas, al motivar la interacción de los padres en la educación y atención de sus hijos, informó Pilar Ibarra, especialista en la Unidad de Paternidad y Neurodesarrollo.

Con este programa se orienta a los padres de familia en el cuidado y la crianza del infante, a través de ejercicios, actividades auditivas y visuales. Se ha demostrado que los niños alcanzan mayor madurez, son más independientes y se adaptan a los diferentes ambientes sociales.

La especialista explicó que involucrar al papá en el desarrollo de su hijo, permite que el niño tenga una visión más amplia de la familia y la sociedad, con lo que se fortalece su aspecto emocional y aprendizaje.

Estudios de la Universidad de Concordia en Canadá, muestran que los niños, donde el papá se involucra en su desarrollo, tienen mejor desempeño cognitivo y mental, así como mejores respuestas mentales en pruebas específicas y desempeño escolar.

Este Programa de Intervención Paterna forma parte del Plan de Seguimiento Pediátrico que ofrece el INPer a los pequeños nacidos en el instituto, hasta cumplir los 15 años de edad. Entre los servicios que se brindan paralelamente está pediatría, Trabajo Social, Psicología y Comunicación Humana.

La especialista precisó que el Seguimiento Pediátrico se ofrece a los niños de alto riesgo que nacen en el instituto, con menos de 34 semanas de gestación y con un peso menor a los mil 500 gramos.

Desde la primera consulta, los padres de familia reciben un manual de recomendaciones sobre las técnicas que deben aplicar en casa como la forma de cargarlos, alimentarlos, vestirlos y jugar con ellos. “Tenemos mayor involucramiento de los papás, porque a pesar de ser niños de riesgo, son muy deseados y esto permite que logren un desarrollo normal”.
 
Señaló que pediatras extranjeros que llegan al INPer para hacer la especialidad de neonatología, se quedan sorprendidos al ver los resultados con el programa de seguimiento, porque esperan ver a un niño en silla de ruedas y con una discapacidad severa; en cambio, ven a un niño caminando y que, incluso, platica, como todo menor, cómo le va en la escuela.