Problemas de lenguaje y sordera en cualquier etapa de la vida son atendidos por la Audiología, especialidad médica relativamente nueva en el mundo, informó Ignacio Mora Magaña, Presidente del Consejo Mexicano de Comunicación, Audiología, Otoneurología y foniatría A.C., y jefe del departamento de Epidemiología Hospitalaria en el Instituto Nacional de Pertinatología.

 

Esta especialidad evalúa la condición audiológica y auditiva de las personas, es decir, la forma de hablar la cual depende del escuchar, por ejemplo, un niño aprende la lengua materna de su madre desde antes de nacer.

 

También estudia a los niños que no hablan apropiadamente, se comen alguna letra (fonema), o la distorsionan al momento de expresarse.

 

El doctor explicó que también se encarga de la patología de lenguaje en personas adultas, por ejemplo la afacia, un problema de lenguaje oral, es decir, problemas al momento de escuchar un mensaje, descifrarlo y emitirlo por la boca.

 

Señaló que en cuanto a la audición, el padecimiento más frecuente es la sordera que puede aparecer en cualquier etapa de la vida.

 

Hay sorderas o problemas de hipoacusia que se dan al momento del nacimiento porque los bebés no respiran a tiempo, no se oxigena su cerebro de manera apropiada y se dañan las células encargadas de la audición.

 

Cuando los niños son más grandes hay sorderas por problemas infecciosos como las otitis medias donde la pus infectada está dentro del oído, es tan grande que revienta el tímpano, ello requiere tratamiento inmediato para evitar que no se convierta de largo plazo.

 

“Conforme avanza la edad hay sordera por la exposición al ruido, este tipo de padecimiento se presenta en personas que trabajan en las plataformas de los aeropuertos y en la industria metal mecánica o textil, donde se genera mucho ruido y daña la audición, esto es permanente e irreversible”, añadió.

 

Ignacio Mora dijo que hay otras personas que se exponen al ruido por gusto al utilizar audífonos para escuchar música, de estos artefactos los más dañinos son los que van metidos en el conducto, se llaman audífonos de inserción, hay otros en cambio que cubren todo el órgano auditivo.

 

Los de inserción son los que más problemas causan porque toda la energía y la presión sonora queda alojada en el conducto auditivo y va contra del oído, nada se esparce ni se dispersa. La ventaja de los audífonos grandes es que la energía no entra completamente, una parte de ella se dispersa y pierde alrededor, no obstante, el daño causado por ambos es permanente.

 

Finalmente comentó que un factor más de pérdida de audición es el que está asociado a la edad porque el oído presenta desgaste y hasta 85% de las personas lo van a padecer.