La Secretaría de Salud, a través del Instituto Nacional de Psiquiatría, cuenta con una Clínica de Género y Sexualidad, en la cual se atiende el origen y los problemas de violencia intrafamiliar y donde se ha detectado que en el 90 por ciento de los casos, los agresores son hombres de 18 a 35 años de edad, informó Alfredo Whaley, coordinador  de la Clínica del INP.

 

Explicó que en los últimos años, la violencia ha cobrado mayor importancia como un problema intrafamiliar que se da por causas familiares o económicas, en cualquier edad y situación de vida aunque, dijo, son los hombres quienes más agreden a sus hijos o parejas en cualquier momento e, incluso, pueden ser más violentos cuando intervienen otros factores como alcohol, consumo de drogas, tensión, aislamiento social, estrés y deudas.

 

Por ello, hizo un llamado a la población a acudir a la Clínica de Género y Sexualidad de la Secretaría de Salud, donde se brinda atención médico psiquiátrica, apoyo psicológico, orientación de instancias a dónde acudir para atender cuestiones legales, cursos a pacientes y familiares, educación sexual, violencia de género, sexualidad, embarazo y salud mental.

 

Ahí, agregó, se realizan evaluaciones médico psiquiátricas a los agresores para detectar padecimientos propios del cerebro como algún trastorno explosivo intermitente que propicia que el hombre sea impulsivo, descontrolado y agresivo.

 

Otro trastorno es la depresión que los hombres manifiestan con irritabilidad, mal humor y enojo, sin embargo, al recibir el tratamiento adecuado, mejora el ánimo y emerge la tolerancia.

 

De acuerdo con el especialista la violencia no se cura, se controla mediante tratamiento farmacológico y grupos de apoyo. Es un trabajo especializado de mucho tiempo, un proceso muy largo donde los agresores deben entender que la violencia no es la forma más correcta de resolver los problemas, añadió.