En el marco del III Foro Internacional de Combate al Comercio Ilegal de Productos para la Salud, se destacó la urgencia de generar acciones concretas y brindar soluciones innovadoras que contrarresten el avance del mercado de medicamentos ilegales.

Al inaugurar el evento con la representación de la Secretaria de Salud, Mercedes Juan, el Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), Mikel Arriola, anunció que el aseguramiento de fármacos ilegales aumentó 5,140% en los dos últimos años al pasar de 2.5 toneladas en 2010 a 131 toneladas a la fecha.

Sin embargo, planteó que la solución de fondo al comercio ilegal está en ampliar la oferta de fármacos y el acceso de los mexicanos al mercado formal para desincentivar la demanda en los canales informales, así como en concientizar al consumidor sobre los riesgos que conlleva para su salud adquirir medicamentos en el mercado informal.
 
Por su parte, Sandra Sánchez y Oldenhage, Presidente de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) comentó, “ante un fenómeno multifactorial, como es el mercado ilegal de medicamentos, hacemos un llamado a la participación de diversos actores sociales, entre ellos, los pacientes y consumidores, quienes forman parte medular del sistema de suministro de productos farmacéuticos. Es prioritario educarlos, prevenirlos y protegerlos; es decir, que conozcan los riesgos que implica para la salud pública, la adquisición de medicamentos provenientes del mercado ilegal. Por ello resulta fundamental, llevar a cabo una campaña nacional con la participación de los actores involucrados en el combate al mercado ilegal de medicamentos”.

El Embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne resaltó la importancia de la cooperación internacional a fin de frenar el avance y disminuir el impacto que causa en la salud pública este fenómeno, que hoy en día se expande también a través de Internet.

Durante su participación en  la mesa “Revisión de las acciones realizadas contra el mercado ilegal de insumos para la salud”, el Comisionado Arriola  resaltó las medidas de control, instrumentos de penalización y la obligatoriedad del cumplimiento del marco legal, mismas que garantizan salvaguardar a la sociedad en términos de salud pública.

Destacó que como parte de la estrategia gubernamental contra este problema, también se han retirado del mercado casi 1.2 millones de unidades de productos “milagro”, lo que significa un incremento de 2,793% en relación con 2010.

Además, se eliminó totalmente la publicidad de 60 productos riesgosos para la salud que llegaron a pautar casi 4,000 anuncios por mes y prometían “curar” graves enfermedades sin tener la evidencia científica.

El foro, organizado por la AMIIF y la Embajada de Estados Unidos en México, enfatizó la importancia de impulsar la aplicación de buenas prácticas, así como una vigilancia coordinada en la que se involucre a la industria, autoridades gubernamentales y sociedad civil, ya que solamente a través de unificar esfuerzos es como se logrará tener un impacto efectivo y sostenible en la erradicación de esta problemática.

De acuerdo a datos de la OMS, las medicinas más falsificadas son los antibióticos, hormonas, analgésicos, esteroides, antihistamínicos, cardiovasculares y de disfunción eréctil, entre otros.

Por esta razón resulta fundamental, concientizar a consumidores y pacientes de las implicaciones de este problema, a fin de permitirles tomar decisiones correctas al momento de adquirir medicamentos. “Esto sin duda es el primer paso en el camino hacia prevenir y fortalecer el sistema de salud. Buscamos que la sociedad se vuelva aliada en este combate al mercado de medicamentos ilegales”, concluyó la representante de AMIIF.

En México, acciones ilícitas como venta de medicinas de caducidad vencida, oferta de fármacos robados, comercialización ilegal de muestras médicas y la falsificación de medicamentos (la cual representa únicamente el 1.8%), no solamente representan un riesgo para instituciones de salud, la industria farmacéutica y distribuidores autorizados; sino que de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantean un problema de salud pública, debido a que su contenido puede ser peligroso o puede haber una ausencia de principios activos, teniendo como consecuencias de su uso el fracaso terapéutico, el aumento de la farmacorresistencia.


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