Cuando la especie humana se hizo sedentaria y desarrolló la agricultura, la ganadería y el almacenaje de alimentos, dentro de un nivel de organización social compuesto por numerosas familias, entonces se establecieron las bases para iniciar una estrecha relación entre varias especies de insectos y las comunidades humanas.
Como resultado del incremento demográfico humano, el desequilibrio ecológico se acentuó y los insectos quedaron fuera de control para los reguladores depredadores y parásitos naturales, por lo que, varias especies obtuvieron facilidades para relacionarse más directamente con el hombre, parasitandole y aprovechando su ropa, las habitaciones, los alimentos, los desechos domésticos e industriales y los productos almacenados para cubrir sus necesidades de refugio, criadero y alimentarlos, transformándose en vectores de numerosas enfermedades producidas por bacterias, virus, rickettsias, protozoarios y hongos.
El paludismo es causado por parásitos del género Plasmodium trasportados por mosquitos del género Anopheles y transmitidos a las personas por la picadura de mosquitos infectados previamente. En América Latina y el Caribe, el 75% de las infecciones de paludismo son causadas por Plasmodium vivax agente etiológico más común en México mientras que el 25% restante se debe a P. falciparum parásito de origen Africano predominante en Centroamérica.