Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud

Las vitaminas son nutrimentos esenciales para el organismo debido a que son necesarias para que se lleven a cabo diferentes funciones celulares; este grupo de sustancias se dividen en hidrosolubles y liposolubles. La diferencia entre ambas radica en que las primeras son utilizadas por el organismo inmediatamente y el excedente sale a través de la orina (excepto la vitamina B12) mientras que las liposolubles se almacenan en el tejido graso del cuerpo.

Las vitaminas liposolubles que son la A, D, E y K que al ser consumidas en exceso, se acumulan y pueden provocar efectos adversos en el organismo lo que se conoce como hipervitaminosis; este padecimiento es difícil que ocurra a través de la dieta y es más frecuente que se presente por el consumo indiscriminado de complejos multivitamínicos.

Las hipervitaminosis que ocurren con mayor frecuencia son las de vitamina A y D; cuando se ingieren grandes cantidades de vitamina A (8,000 a 10,000 microgramos/día) pueden presentarse alteraciones de la piel, caída del pelo, debilidad, vómitos y en casos extremos trastornos hepáticos. La ingesta excesiva de vitamina D (aproximadamente 1250 microgramos/día) puede provocar depósitos de calcio en tejidos blandos, daño renal y/o cardiovascular y síntomas como estreñimiento, disminución del apetito, vómitos, fatiga y/o deshidratación.

Es importante señalar que aunque las vitaminas hidrosolubles no se acumulan, su consumo excesivo puede provocar que el riñón no las eliminen y se generen cálculos renales.

Fuentes:
http://lpi.oregonstate.edu/es/mic/vitaminas/vitamina-A
http://lpi.oregonstate.edu/es/mic/vitaminas/vitamina-D