Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud

Las causas de esta afección no son claras, pero se asocia con herencia y cambios hormonales además de la alimentación, estrés, sedentarismo, enfermedades ortopédicas y del sistema venoso y linfático.

Los signos y síntomas de este padecimiento abarcan:

  • La zona afectada se observa irregular, ondulada con depresiones alternadas con protuberancias.
  • Fatiga.
  • Sensación de pesantez en las piernas.
  • Dolor en la zona con celulitis.
  • Flacidez.

Existen diferentes tipos de esta lipodistrofia:

  • Lipodistrofia dura o limitada: la piel presenta un engrosamiento, ocupa un menor espacio y no existe una gran transformación de la región afectada; su rugosidad es similar a la de la “cáscara de naranja”.
  • Lipodistrofia blanda o difusa: es la más frecuente, afecta al cuerpo en general y modifica la anatomía corporal debido a que la piel llega a presentar un espesor de 5 a 8 centímetros. Además se pueden presentar várices, adormecimiento y dolores nocturnos.
  • Lipodistrofia edematosa: es la forma más grave pero menos frecuente y generalmente se acompaña de obesidad.

En la actualidad no existe un tratamiento que garantice su eliminación al 100%; existen algunas medidas preventivas que pueden prevenir su aparición tales como: realizar al menos 30 minutos de actividad física diaria, no fumar, evitar la exposición prolongada al sol, beber 2 litros de agua simple diariamente así como mantener un peso saludable.

Fuente:
http://www.medigraphic.com/pdfs/derma/cd-2005/cd053c.pdf