Para evitar enfermedades diarreicas

  • Usar agua purificada, hervida o clorada.
  • Lavar y tallar con agua y jabón las verduras y frutas. Aquellas que no se puedan tallar, deberán lavarse con agua clorada (agregar 2 gotas de cloro por cada litro de agua), dejarlas reposar 30 minutos y escurrir sin enjuagar o bien, desinfectarlas con plata coloidal (seguir las instrucciones del producto).
  • Utilizar cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos.
  • Lavar carnes y vísceras antes de su preparación.
  • Cocer o freír muy bien los alimentos, sobretodo pescado y mariscos.
  • No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.
  • En caso de utilizar leche no pasteurizada, hervirla antes de beberla.
  • No consumir alimentos después de su fecha de caducidad.
  • Limpiar los productos enlatados o que estén en frascos de vidrio, antes de abrirlos y consumirlos.
  • Mantener los alimentos tapados y en refrigeración.
  • Añadir al depósito de agua (tinacos) un cuarto de taza de cloro para desinfectar el agua.
  • Evitar estornudar, picarse la nariz, toser o escupir frente a los alimentos.
Cabe destacar que la medida de higiene más efectiva es el lavado de manos frecuente con agua y jabón: al llegar de la calle, antes de preparar alimentos, antes de consumirlos, después de tocar alimentos crudos, después de ir al baño y después de cambiar pañales.

Asimismo, si se opta por comer en lugares públicos se debe revisar que los establecimientos cuenten con instalaciones limpias. Los trapos para limpiar, los utensilios de cocina y la vestimenta de las personas que cocinan también deben encontrarse limpios, además deben usar cubrepelo, cubrebocas, uñas cortas, sin anillos, pulseras, etc.

Los baños deben estar limpios y deben contar con agua corriente, jabón (de preferencia líquido), papel sanitario, toallas desechables, depósito de basura con bolsa de plástico; y la basura que se almacene debe estar tapada y la recolección debe ser periódica.

Es importante recordar que la diarrea se caracteriza por evacuaciones frecuentes de heces sueltas o líquidas, en la cual existe una pérdida de sales (electrolitos como el sodio, cloruro, potasio y bicarbonato) que son importantes para mantener el estado de hidratación.

La diarrea suele ser un síntoma de infección del tracto digestivo ocasionada por virus, bacterias o parásitos que se adquieren al consumir agua o alimentos contaminados, o bien, de una persona a otra por una higiene inadecuada, por vía fecal-oral (ano-mano-boca).

Los bebés, los niños, los adultos mayores y los enfermos tienen mayor probabilidad de deshidratarse al padecer enfermedad diarreica. Los síntomas de deshidratación son: boca reseca, letargo, ausencia de lágrimas, ojos hundidos, ausencia o disminución de la orina.

Para evitar la deshidratación se sugiere:

  • Beber Vida Suero Oral después de cada evacuación o vómito.
  • Acudir a revisión médica ante cualquier síntoma de deshidratación.
  • Seguir las recomendaciones del médico y guardar reposo en casa.
  • Mantener estrictas normas de higiene, especialmente en la preparación y consumo de alimentos. 

Si se trata de un menor de edad se recomienda continuar la lactancia materna si se trata de un bebé. En caso de que ya esté recibiendo alimentos sólidos, continuar con su alimentación habitual, ofreciendo alimentos con mayor frecuencia. Dar de comer y beber después de la diarrea y estar al pendiente de que no se deshidrate. Si usa pañal, asegurarse de cambiarlo con frecuencia y depositarlo en botes de basura con tapa.

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