En contraste los casos de rabia en humanos transmitidos por animales silvestres continúan presentándose, ocurren en lugares rurales de alta marginación sin acceso a servicios de salud , lo cual continúa representando un reto como es el caso de Chihuahua en la región Tarahumara, Guerrero en la región de la Montaña (los amuzgos), Jalisco y Nayarit en la región Huichol; por otra parte casos como el de Veracruz por zorra y el de Jalisco por contacto con bovino se presentaron por la falta de información sobre la importancia de solicitar la atención medica y antirrábica ante una agresión o el manipular un animal enfermo; también se vieron afectados migrantes como el de la sierra de Juárez en Oaxaca y el de Huetamo en Michoacán que viajaron ya en periodo de incubación y desarrollaron la enfermedad para morir en los E.U.A. donde fueron diagnosticados éstos.