En 2014, la Secretaría de Gobernación (Segob), a trav, el cual cont vetares de 85 fi cespara , aciés del Consejo Nacional de Población (Conapo), publicó el libro “20 años de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México”, el cual se elaboró con base en los datos recabados por la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México, los cuales han contribuido a la formulación de políticas en la materia.

El Conapo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y El Colegio de la Frontera Norte (Colef) iniciaron en 1993 la aplicación de la encuesta mencionada, con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la migración laboral entre México y Estados Unidos (EU). Desde entonces, se han sumado a este esfuerzo el Instituto Nacional de Migración, de 1998 a 2012; desde 2004, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y, a partir de 2013, la Unidad de Política Migratoria.

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Entre otros datos, se destaca que en 1980 el número de mexicanos residentes en EU ascendía a 2.2 millones de habitantes; a partir de esta década, las cifras continuaron en ascenso, de tal forma que en el año 2010 la suma de la población mexicana en la Unión Americana alcanzó 11.9 millones, lo que representa 4% de la población total de ese país y alrededor de 30% de la población inmigrante. Y si se considera, además, a los descendientes de mexicanos nacidos en  EU, la población de origen mexicano que residía en ese país en 2010 era de 30.3 millones, prácticamente un cuarto del total de la población mexicana, que para ese mismo año era de 112 millones. De hecho, de acuerdo con datos de la Encuesta  Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), entre 2007 y 2010, el monto de personas que emigraron a la Unión Americana disminuyó de 751,000 a 375,000, lo que  representó una reducción de 50%.

Este descenso se acompañó de un aumento considerable de la migración de retorno de connacionales procedentes de EU, los cuales ascendieron a 824,000 personas en 2005-2010, el triple de lo observado en el quinquenio 1995-2000, que fue de 267,000. Estos cambios, por primera vez en muchos años, dieron como resultado un saldo neto migratorio cercano a cero, es decir, la diferencia entre el número de inmigrantes y emigrantes en el país, fue prácticamente nula.

Sin embargo, el flujo migratorio sigue estudiándose a fin de aplicar políticas migratorias adecuadas a los cada vez más inciertos cambios poblacionales en el mundo.

"20 años de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México"

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