Orgullosa Obdulia cuenta que a su hijo le enseñaron en la escuela a hacer el chorizo y que fue él, el que además de enseñarle la elaboración, también con su insistencia la obligaba a prepararlo.

Así, después de 15 años Obdulia mantiene a personas de la localidad entre sus principales clientes. Ya no sale en moto a tocar de casa en casa, su esposo es quien la apoya transportándola en auto.

"Empecé de cinco, 10, 15, 20 y hasta 30 kilos, pero ya le bajé porque en estos meses disminuyen un poco las ventas. Busqué saber cómo poder hacer frente a las temporadas bajas, además cómo adquirir apoyo económico para inyectarlo al negocio".

Por ello en  la búsqueda para mejorar su negocio, encontró las incubaciones de el PRONAFIM que tienen como objetivo desarrollar y fortalecer las competencias empresariales de microempresas como las de Obdulia.

Además, canalizarlas a fuentes de financiamiento, vincularlas a la cadena de valor, e incentivar su transición hacia la formalización, con la finalidad de consolidar sus unidades económicas.

"La capacitación nos enseñó cómo buscar clientes, cómo vender el producto y a desenvolvernos mejor".

Obdulia Josefina se siente satisfecha con la venta, ya que el fruto de todo su esfuerzo y el de su familia, ha permitido que sus hijos no dejen de asistir a la escuela y que su negocio no carezca de los insumos suficientes para tener siempre productos.

"Hay que echarle ganas para salir adelante, yo me siento muy feliz de poder trabajar y le doy gracias a Dios de que me dé esta oportunidad".  

Así como Obdulia, te invitamos a conocer las herramientas que el PRONAFIM tiene para iniciar o hacer crecer tu negocio.