FECHA DE PUBLICACIÓN: Febrero 2017

EDITORIAL: PRONAFIM y AT Kearney

Hace dos meses, en la primera edición de esta serie de blogs, presentamos los principales hallazgos del estudio de segmentación que realizó el PRONAFIM con la consultora internacional A.T. Kearney: “Conocer las características de la microempresaria mexicana y entender mejor sus necesidades financieras y empresariales”.

En la segunda edición, "Supervivencia y Crecimiento, grupos en la base de la pirámide empresarial en México", examinamos a profundidad las características de los dos segmentos menos desarrollados de microacreditados. Además, presentamos las estrategias iniciales para dar un mayor impulso a los micronegocios de esta población.

En este tercer y último blog, el enfoque es hacia los dos grupos de microacreditados más desarrollados: los “Pre-graduados”es decir, aquéllos que se encuentran en el proceso de transición del crédito grupal al individual, y los de “Consolidación”, quienes tienen el potencial de migrar del microcrédito hacia los créditos que ofrece la banca comercial.

Un ejemplo del grupo de Pre-graduados es Karla, una microacreditada que desde hace cinco años vende quesadillas en la Ciudad de México. Inició con un puesto improvisado enfrente de su casa, pero gracias a su empeño y a los créditos grupales que solicitó a Instituciones Microfinancieras (IMF’s), ya cuenta con dos empleados y un pequeño local con varias mesas. Karla no requiere crédito para operar su negocio, ya que ha logrado acumular algún capital. Sin embargo, sí necesita financiamiento para responder al aumento de sus ventas, por lo que solicita créditos para remodelar su local, comprar más sillas, mesas o artículos electrodomésticos para preparar más alimentos y atender a un mayor número de clientes.

Ella entiende el funcionamiento de su negocio y conoce el valor de sus ventas y sus costos. Por sus características, podría dejar los créditos grupales y acceder a los individuales que otorgan mayores montos, pero no lo hace, porque aunque entiende las condiciones de los créditos, las IMF’s que ofrecen créditos individuales le solicitan requisitos que no puede reunir y le cobrarían tasas de interés mayores a las que paga en los créditos grupales.

Para conseguir el monto total que necesita, Karla participa en tres o cuatro grupos de crédito al mismo tiempo, supliendo sus necesidades de capital, aunque esta dinámica suele ser desgastante y le quita mucho tiempo. Además, algunas veces los plazos de los créditos grupales no se ajustan a los tiempos que ella necesita de acuerdo al funcionamiento de su negocio.

Karla y microempresarias como ella, requieren de una mayor oferta de líneas de crédito individual por parte de las IMF’s, que les facilite acceder a este tipo de productos. Adicionalmente, para este grupo de microacreditados, sería valioso contar con apoyo para fortalecer sus capacidades financieras y empresariales.

Por otro lado, el grupo más desarrollado es el de Consolidación. Aquí tenemos el caso de Carlos, un microacreditado que se dedica a la herrería, negocio familiar donde también trabaja el padre, hermano y dos sobrinos. Poco a poco, su negocio ha ido creciendo y hoy se desarrolla en una bodega donde tienen herramientas y maquinaria que les permiten atender solicitudes de sus clientes en la ciudad de Puebla.

Para hacer frente a las necesidades de capital, Carlos recurre a la microfinanciera de su colonia que le otorga crédito individual. Él utiliza este tipo de créditos para comprar o reparar maquinaria y responder a necesidades puntuales de capital de trabajo. Con el último crédito que solicitó, compró una camioneta usada para trasladar sus productos y así ahorrarse el pago a terceros.

Gracias a las capacitaciones que ha recibido en temas financieros y empresariales con el apoyo de las IMF’s, Carlos ahora entiende bien el funcionamiento de su negocio y el destino que debe darle a los microcréditos para volverlos productivos. Además, lleva cuentas claras de

sus ingresos y gastos, lo que le permite llevar el control, pagar a tiempo sus créditos y así tener un buen historial crediticio con su IMF.

Él sabe que las tasas de interés que paga son altas, y que si pudiera acceder a créditos de la banca comercial podría reducir sus costos de financiamiento y acceder a mayores y más flexibles montos de crédito. Esto le permitiría realizar inversiones adicionales tales como comprar maquinaria moderna y ampliar su negocio. Desafortunadamente, cuando ha intentado solicitar estos créditos se los han rechazado, pues no cumple con todos los requerimientos de los bancos y no le reconocen su historial crediticio con las IMF’s.

El apoyo más valioso que podría recibir Carlos, sería un acompañamiento que le permitiera completar los requisitos que le hacen los bancos al solicitar un crédito. Esto implicaría, no sólo capacitarlo para solicitar los créditos, sino además ayudarlo a identificar cuál sería la forma más efectiva para cumplir con dichos requerimientos. Este apoyo podría incluir la construcción y formalización de un historial crediticio y el desarrollo de ciertos aspectos de su negocio.

En el PRONAFIM, hemos encontrando a través de estos estudios, que si bien es cierto que el microcrédito es un mecanismo que promueve y facilita la creación y el desarrollo de unidades económicas, ser microacreditado no debe ser visto como una situación permanente, sino como una etapa de transición hacia un negocio estable que consuma productos de financiamiento más económicos y en condiciones más favorables.

La graduación de los grupos de Pre-graduados hacia créditos individuales y de Consolidación hacia créditos comerciales, se puede acelerar con productos crediticios innovadores que se adapten a las necesidades de los y las microempresarias, además que, estén acompañados de asesoría y capacitación oportuna y adecuada.

Lo anterior, nos motivó como Programa a enfocar nuestra política pública hacia promover la oferta de servicios de microfinanzas con mejores condiciones en el mercado.

Para lograrlo, diseñamos y pusimos en marcha las Reglas de Operación 2017, mediante las cuales, y en colaboración con las instituciones microfinancieras, buscamos impulsar microcréditos que atiendan mejor las necesidades de los y las microempresarias.

Impulsamos también, el desarrollo de sus capacidades financieras y empresariales mediante capacitaciones e incubaciones y además, promovemos la apertura de nuevos puntos de acceso, en lugares donde no se cuentan con servicios microfinancieros.

En este sentido, mejoramos las condiciones de los apoyos crediticios a las IMF mediante un menú de seis líneas de crédito estratégicas con una tasa de interés establecida en Cetes sin puntos adicionales[1] y con montos de crédito y plazo de liquidación más flexibles. Estas características les permitirán a las intermediarias disminuir los costos de los microcréditos, ofrecer capacitaciones en temas financieros y empresariales, ampliar su cobertura a zonas en las que actualmente no prestan sus servicios, así como fomentar el ahorro entre los y las microempresarias del país. (Para mayor información, pueden visitar www.gob.mx/pronafim).

Asimismo, el PRONAFIM dedicará este 2017, a realizar proyectos piloto en conjunto con el sector microfinanciero para encontrar e impulsar productos crediticios innovadores que atiendan mejor las necesidades de los diferentes segmentos de nuestra población objetivo.

En el PRONAFIM, estamos convencidos que mediante un sector de microfinanzas competitivo e innovador, es posible generar mayores oportunidades para que los y las microempresarias mejoren sus condiciones de vida, incrementen la productividad de sus unidades económicas, y con ello, fortalecer el mercado interno y así contribuir al crecimiento de la economía nacional.

[1] Significa la tasa anual de rendimiento, equivalente a la de descuento, en colocación primaria de los Certificados de la Tesorería de la Federación al plazo de 28 días. Los Cetes pertenecen o se encuentran bajo responsabilidad del Gobierno de la República.

Fuente: http://www.microfinancegateway.org/es