La Fundación ISSSTE (que en días será presentada oficialmente por su Director General, José Reyes Baeza Terrazas) y la Secretaría de Cultura, preparan junto con niños convalecientes del Centro de Enseñanza “Unidos por la Vida” del área de Pediatría del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, una antología poética ilustrada por los menores atendidos en ese hospital, que incluye a autores como Carlos Pellicer, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Enriqueta Ochoa, Elías Nandino, Ramón López Velarde y Octavio Paz. 

Roberto Martínez, tallerista de “Alas y Raíces” de la Secretaría de Cultura, explicó que este proyecto busca que los infantes sean coautores en la interpretación de fragmentos poéticos a través de sus ilustraciones.

“Este es un taller de ilustración profesional, pensando en que los niños lo pueden hacer de acuerdo a su edad, proceso, sensibilidad y salud. Se les invita a formar parte de esta publicación, seleccionamos un fragmento par cada uno de acuerdo a su edad. Después los niños lo leen o lo escuchan y nosotros vamos acompañándolos para que sepan el significado del fragmento y culminar con una composición única y más grande. Esto, sin duda, amplifica la visión del poeta con la del niño”, explicó el tallerista.

A través de cartulina, colores, acuarela, acrílico y pasta de óleo, los niños y niñas desarrollan sus composiciones con el acompañamiento estético de los artistas, para que cada uno imprima su toque auténtico y creativo al sentir poético de los autores.

Estas acciones se llevan a cabo en el Centro de Enseñanza “Unidos por la Vida” del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, perteneciente al área de Pediatría y concluirá a finales de enero, una vez que se realicen los 36 trabajos pictóricos que integra la compilación poética. 

Este centro fue creado hace 10 años por la psicóloga Isabel Ramírez, quien lo coordina con el propósito de brindar terapia ocupacional, de entretenimiento y emocional para los niños que son atendidos u hospitalizados, así como apoyo a los padres de familia, “ya que la estancia hospitalaria puede ser traumática para ellos cuando ingresan a cirugía”, subrayó la psicóloga Isabel Ramírez.

Detalló que para hacer la permanencia hospitalaria de calidad y llevadera para los padres e hijos, trabajan con voluntarios en áreas como tanatología, risoterapia, además de contar con visitas de personal de diversos museos al hospital que enseñan a los niños artes plásticas e historia.

Entre los museos que acuden a realizar esta labor destacan: el de la Acuarela, el de Arte Popular, el de San Carlos, así como personal del Zoológico de Aragón, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quienes les enseñan actividades artísticas, les narran sobre los diversos contenido de los museos y de historia.

El Centro de Enseñanza también realiza proyecciones de cine cada quince días, cuenta con una sala de cómputo con máquinas que han sido donadas y celebra días representativos como el Día del Niño, el Día de Muertos y las fiestas decembrinas, actividades en las que se involucra el personal de enfermería y médico.

A través de diversas actividades “tratamos de integrar a los niños que pueden venir al salón, así como a los que tienen que permanecer en su habitación”, externó Isabel Ramírez, además de detallar que las edades de los menores que atienden oscilan entre los 2 a los 18 años.

El área de Pediatría del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” atiende aproximadamente 20 niños al día y brinda atención en especialidades como oncología pediátrica, hematología, medicina interna, neurología, nefrología, cardiología, cirugía pediátrica e infectología.

En la presente administración, el ISSSTE ha impulsado y renovado su programa de actividades culturales, promoviendo continuamente acciones en favor de sus derechohabientes y el público en general, a través de diversas manifestaciones artísticas como el Programa Andariego, y recientemente con la firma del primer convenio de cooperación en Hispanoamérica con el British Council, para la inclusión de personas con discapacidad. Con estas programas Reyes Baeza retoma el carácter cultural del Instituto para “procurar una derechohabiencia sana de cuerpo y espíritu".