La próstata es un órgano pequeño del tamaño de una nuez. Se localiza debajo de la vejiga y rodea la uretra. Esta produce un líquido que se convierte en parte del semen. El semen es el líquido blanco que contiene esperma, por tanto es un órgano exclusivo del género masculino.

Esta enfermedad afecta al hombre exclusivamente, dado que solo el cuerpo masculino tiene próstata. Su aparición más común se presenta entre los 60 y 70 años de edad.

Síntomas –

La presión de la próstata crecida, o la presencia de un tumor sobre este órgano, causan los siguientes síntomas:

  • Obstrucción para orinar, es necesario hacer un esfuerzo para lograrlo.
  • Cambios en la intensidad o en la forma del chorro ordinario de la orina.
  • Nicturia: necesidad de levantarse a orinar varias veces durante las horas de sueño.

Ante la presencia de uno o varios de estos síntomas, es inaplazable consultar al médico para descartar el peligro o para establecer una ruta de acción a seguir.

Diagnóstico –

La prueba para el diagnóstico temprano de cáncer de próstata es la medición del nivel de antígeno prostático a través de un examen de sangre. Éste es una proteína producida por la próstata cuyo nivel se eleva en caso de hipertrofia prostática y de cáncer.

Los resultados de este examen son interpretados por el médico urólogo. Independientemente de los niveles, se procede al examen físico mediante el tacto rectal. Dado que la próstata está a menor profundidad que el recto, es posible palpar su tamaño y consistencia, lo que permite al especialista una mejor evaluación del riesgo.

En caso de encontrar un nivel elevado de antígeno prostático y mediante el tacto rectal se palpa una próstata crecida, se procede a un ultrasonido rectal para poder tomar una biopsia y así para confirmar o desechar la presencia de un tumor maligno.

Tratamiento –

Cuando los exámenes anteriores revelan la presencia de algún tumor maligno, el oncólogo determina si el tratamiento consistirá en quimioterapia o cirugía, todo depende de la edad y las condiciones del paciente.

Si el paciente tuviera, digamos, más de 80 años, el tratamiento se dirigiría sólo a los síntomas, con un medicamento para ayudarle a orinar.

Para un paciente más joven, pero mayor de 60 años, tomando en cuenta su estado físico y qué tan avanzado esté el cáncer, el tratamiento puede ser quirúrgico: una prostatomía radical (retirar toda la próstata y el tejido envolvente).

Algo que también influye mucho en el desarrollo de la enfermedad y en su tratamiento es la edad del paciente. Un diagnóstico a los 80 años es muy diferente a otro a los 40 años, no solo por la diferencia de su condición física, sino porque hay un ciclo de regreso de esta enfermedad, en lapsos que van de los 5 a los 10 años, que en estos casos el nuevo cáncer ya no será de próstata, la cual ya fue retirada, sino que se aloja generalmente en alguno de los órganos próximos a ésta.

Oncología en el ISSSTE

Además del talento de su experto equipo médico, para las cirugías oncológicas, el ISSSTE cuenta con el vanguardista robot de micro cirugía Da Vinci, un avanzado instrumento quirúrgico que permite practicar la cirugía urología-oncológica con una invasión mínima y un máximo grado de eficiencia.

El ISSSTE guarda una colaboración cercana con organismos internacionales como el Instituto Pasteur de París, el Instituto Oncológico de los Estados Unidos, y con el INCAN (Instituto Nacional de Cancerología) de la Secretaría de Salud para ofrecerte la medicina de vanguardia y los tratamientos más eficaces para que recuperes tu salud.

Es importante mencionar que la tasa de mortalidad por cáncer de próstata es del 15% de los casos aproximadamente, relativamente baja cuando se detecta a tiempo, por ello la importancia de acudir a revisión aún sin la presencia de síntomas.

Recuerda que el buen estado de tu salud también depende de ti.

¡Acude a tu médico, chécate y salva tu vida!