Casi siempre los errores que comentemos se deben simplemente a que nadie nos ha ofrecido información sobre qué hacer ante una persona que sufre alguna limitación.

Tal vez hayamos visto, o vivido, un caso en el que, al hablar con alguien que sufre una incapacidad intelectual, la persona ingenuamente le habla elevando demasiado la voz, como si el problema fuera del oído y no de la mente.

Cuando vemos a una persona con discapacidad y nos damos cuenta de sus limitaciones, lo primero que nos preguntamos es cómo ayudarle. Y lo primero que debemos hacer es tratarle de una manera natural, como tratamos a la gente normalmente, tomando en cuenta la limitación de nuestro interlocutor, sin destacarla ni exagerar nuestras consideraciones.  El ISSSTE te tiene algunas sugerencias para comunicarte con las personas que sufren alguna discapacidad motriz, visual, auditiva o intelectual.

Discapacidad motriz

· Si tratamos la persona camina despacio o usa muletas, caminemos a su paso.

· Si tiene que cargar algo, llevemos su carga.

· Si está en una silla de ruedas, coloquémonos a su nivel para dialogar.

· Si viene con un acompañante, hablémosle a la persona que viene en la silla de ruedas, no a su acompañante.

Discapacidad visual

· Identifícate verbalmente antes de dirigirte a ellos.

· Si les ofreces algo para que lo tomen, diles de qué se trata y el lugar preciso en el que está.

· Si caminas junto a ellos, ofréceles tu brazo y camina ligeramente adelante de ellos.

· Si hay algún obstáculo, adviérteles y guíales para evitarles un tropiezo.

· Evita decirles sólo “¡Cuidado!”, pues esta palabra sola puede confundirles al no aclararles si deben detenerse, agacharse, correr o cambiar de rumbo.

· No les dejes solos sin antes avisarles.

· Si la persona invidente camina con un perro guía, colócate tú en el lado opuesto.

· Evita acariciar al perro guía, pues está trabajando y una caricia lo desconcentra.

Discapacidad auditiva

· Al hablarle a una persona impedida para oír, colócate frente a ella y habla cuando te esté mirando y tu rostro esté iluminado.

· Si esta persona usa el lenguaje de signos y tú no lo conoces, sólo háblale sin prisa y gesticulando claramente cada palabra con la boca.

· Ten presente que las personas sordas no pueden percibir los cambios en los tonos de tu voz; cuando sea preciso, apóyate en expresiones faciales, gestos y movimientos de tu cuerpo para agregarle emociones a tus palabras.

· Verifica que haya comprendido lo que le dijiste y que tú hayas comprendido lo que te dijo.

· Durante tu conversación mantén el contacto visual. Si lo pierdes, la persona pensará que la plática terminó.

· En caso de tener mucha dificultad, recurre a la escritura para comunicarte.

Discapacidad intelectual

· En toda nuestra comunicación con una persona que sufre de una limitación intelectual debemos tener presentes tres ideas: usar un lenguaje sencillo y claro, darle instrucciones cortas y ponerle ejemplos, que le son de mucha utilidad.

· No es necesario levantar la voz; su limitación no es auditiva, sino intelectual.

· La mejor manera de hacerte entender es hablarle lento y pausado.

· Respondamos a sus preguntas y asegurémonos de que nos entendió.

· Tratémosle de acuerdo a su edad, salvo en cuestiones intelectuales.

· Procuremos que se reúna con otras personas, que no viva en aislamiento.

· Evitemos la sobreprotección y limitemos nuestra ayuda a lo necesario; que la persona con discapacidad intelectual se desenvuelva por sí misma en el resto de las actividades.

 

Las personas con discapacidad son seres humanos como nosotros pero que necesitan de nuestro apoyo de manera diferente porque alguna de sus características es diferente. Ayudar, escuchar, apoyar no nos quita nada y el mejor ingrediente es la paciencia.