En relación con la enajenación de Bienes, debe señalarse que a la entrada en vigor de la Ley de Protección al Ahorro Bancario (LPAB) esto es, en el mes de enero de 1999, se contaba con un gran inventario de Bienes por administrar y enajenar, para los cuales no existía en el país un mercado secundario desarrollado en el que pudiera comercializarse ese volumen de Bienes en términos de la referida LPAB. Este mercado, se ha venido desarrollando en el tiempo.

Asimismo, es importante destacar que los activos crediticios tienden a deteriorarse con el tiempo y que el valor asociado a una cartera de créditos, disminuye en proporción directa al tiempo en el que se le clasificó como cartera vencida.

Así, la velocidad de deterioro que presentan este tipo de activos, y el gran inventario que debía desplazarse, hizo necesario que se instrumentaran estrategias de ventas en paquete, a efecto de atender el mandato de ley de procurar que las enajenaciones se realicen en los términos económicos y financieros más convenientes, buscando siempre las mejores condiciones y los plazos más cortos de recuperación de recursos. Al 31 de diciembre de 2023, se ha enajenado aproximadamente el 99.9 por ciento de los Bienes que debían realizarse, quedando únicamente activos remanentes en dos instituciones actualmente en estado de quiebra y dos fideicomisos creados para la administración de los bienes derivados de diversos saneamientos.

Si bien la LPAB se publicó en enero de 1999 y la Junta de Gobierno quedó integrada en mayo de ese mismo año, las actividades de recuperación iniciaron propiamente hasta el ejercicio del 2000, una vez que el área administrativa encargada de la recuperación quedó debidamente integrada y se publicó el Programa de Enajenación de Bienes a que se refiere el artículo Décimo Tercero transitorio de la LPAB (Programa de Enajenación de Bienes). Los primeros Estados Financieros del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (Instituto) se elaboraron con información al 31 de diciembre de 1999. En razón de lo anterior, los resultados que se reportan en los cuadros y las gráficas del presente apartado inician a partir del ejercicio 2000.

Los resultados obtenidos por el Instituto en materia de recuperación de activos se presentan en dos aspectos: el grado de avance y los niveles de recuperación. El valor de los activos brutos se presenta neto de efectivo, con el objeto de apreciar los esfuerzos de recuperación.

El valor contable de los activos, es decir, el estimado de recuperación inicial, se obtuvo de los Estados Financieros del Instituto al momento que los activos ingresaron al propio Instituto o bien al momento en que las Instituciones entraron en proceso de liquidación; mientras que el valor del efectivo ingresado al 31 de diciembre de 2023, se obtuvo de las cifras operativas de las áreas de recuperación del Instituto, las cuales se actualizaron a precios de dicha fecha.

El inventario inicial corresponde al monto total de los activos brutos netos de efectivo que asumió el Instituto a la fecha en que fueron registrados por primera vez en los Estados Financieros del Instituto, y asciende a 1,050,567 millones de pesos, llevados a precios del 31 de diciembre de 2023.

A pesar de las condiciones económicas en que se llevó a cabo la recuperación de los activos asumidos por el Instituto, al 31 de diciembre de 2023 se han logrado gestionar activos por un valor de 277,919 millones de pesos llevados a precios del 31 de diciembre de 2023.

En cuanto a la recuperación por tipo de activo, ésta se presenta de acuerdo al programa de origen de los activos y de manera consolidada, tomando en consideración la división que se estableció dentro del mismo Instituto para dar seguimiento a la recuperación de activos, es decir, Bienes Inmuebles y Muebles; Carteras Crediticias, y Bienes Corporativos.


Bienes Inmuebles y Muebles

Al 31 de diciembre de 2023, se desincorporaron 24,648 Inmuebles a través de mecanismos de venta en paquete y 9,709 unidades de manera individual, así como un universo total de 678,992 Bienes Muebles.

Por otra parte, debe considerarse que el sector inmobiliario de México es muy dinámico ya que en él concurren empresas inmobiliarias, personas profesionales que venden inmuebles, personas que ocasionalmente venden inmuebles y a este mercado, desde el año 1996 se han integrado los bancos comerciales con inmuebles obtenidos por adjudicaciones y daciones, que a su vez son resultado de la gestión de cobranza.

Desde el año 2000 a este mercado se sumó el Instituto con los inmuebles adjudicados de los bancos en liquidación y los que se derivaron de la conclusión de los Programas de Saneamiento IPAB.

La venta de inmuebles se ha enfrentado a diversos retos como lo son: i) la diversidad de los activos; ii) las condiciones de comercialización del Instituto, es decir, enajenación a través de subasta pública; iii) las restricciones a las y los potenciales compradores, ya que éstos deben de cumplir con las condiciones establecidas en el Programa de Enajenación de Bienes, y iv) la problemática jurídica y/o de posesión (juicios iniciados por terceros con mejor derecho sobre los inmuebles, controversias registrales, catastrales y/o fiscales, invasiones, etc.).

En el caso de los bienes muebles, el mayor volumen del inventario estaba integrado por muebles en ostensible estado de obsolescencia y deterioro (muebles y equipo de oficina o equipo de cómputo) lo cual ha dificultado su comercialización.

También existen bienes clasificados como maquinaria y equipo industrial especializado, con poco o nulo mantenimiento, que además sólo era factible vender a empresas en marcha que lo pudieran utilizar. Algunos bienes estaban dispersos en distintas ciudades y su concentración en ocasiones resultaba más costosa que el importe que se pudiera recuperar por su venta.


Carteras Crediticias

La recuperación de cartera crediticia se presenta segmentada por tipo de crédito, es decir, cartera comercial, de consumo e hipotecaria. Al 31 de diciembre de 2023, se logró recuperar un monto acumulado de 44,668 millones de pesos llevados a precios de esa misma fecha.

En el caso de Carteras Crediticias es importante mencionar que anterior a la existencia del Instituto, no existía un mercado desarrollado para poder enajenar en las mejores condiciones económicas este tipo de activos.

Entre los factores de oferta y demanda que influyeron en los procesos de recuperación de cartera destacan los siguientes:

  • Características de la cartera crediticia a colocar, tipo de crédito, monto de la cartera, valor y factibilidad de ejercer las garantías;
  • Tamaño y grado de desarrollo del mercado de administradoras de cartera, y en general de las y los posibles postores para administrarla y adquirirla;
  • Entrada de las y los nuevos oferentes (Banca comercial, SAE) y de las y los nuevos inversionistas.


Bienes Corporativos

Al 31 de diciembre de 2023, la recuperación en este rubro ascendió a un monto de 120,315 millones de pesos llevados a precios de esa misma fecha.

Los procesos de recuperación de Bienes Corporativos se han visto afectados por diversos factores tales como: i) los avances jurídicos y los resultados de los procesos judiciales; ii) la resolución de asuntos legales y fiscales; iii) el diseño e implementación de procesos de subasta; y iv) la alineación de las estrategias de recuperación de los diferentes Bancos involucrados en una misma empresa o persona acreditada.

Los esquemas para la venta y recuperación de activos se han llevado a cabo en estricto apego a la LPAB y demás normativa aplicable, con trasparencia y publicidad, a través de subastas o licitaciones y recibiendo un precio por arriba del valor de referencia.


Evolución de Fideicomisos

Durante la experiencia del IPAB, se ha dado seguimiento a 39 Fideicomisos creados como consecuencia de los programas financieros, constituidos en las mismas instituciones financieras; al cierre del mes de diciembre de 2023, únicamente quedan 2 Fideicomisos por gestionar.