En el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), se llevó a cabo la Cuarta sesión de la Mesa Interinstitucional “Reformas en materia de justicia sobre delitos relacionados con drogas cometidos por mujeres. Diálogo de alto nivel sobre mujeres usuarias de sustancias psicoactivas” organizada, también por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y Equis: Justicia para las Mujeres, A.C.

Con el objetivo de visibilizar las problemáticas que enfrentan las mujeres usuarias de sustancias psicoactivas para tener acceso a tratamiento, conocer las sustancias y los tipos de uso; desde 2017, la SRE, Equis: Justicia para las Mujeres y el INMUJERES han unido voluntades y esfuerzos para llevar a cabo diversos espacios de diálogo y reflexión sobre la importancia de transversalizar la perspectiva de género en todos los aspectos de las políticas de drogas.

En esta sesión, a la que asistieron representantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, ONU Mujeres; de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas; de la Comisión Nacional de Seguridad; del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación; del Instituto Nacional de Psiquiatría; de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México; de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y de Casa de las Muñecas, A.C., se abordaron temas como la estigmatización social de las mujeres consumidoras de drogas en Centros de Readaptación Social y la falta de perspectiva de género al momento de elaborar políticas públicas, así como el contexto en el que las mujeres cometen delitos relacionados con las drogas.

Asimismo, en presencia de representantes de la Comisión Nacional de Seguridad; del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE); del Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social (CIDES); de la Asociación México Unido Contra la Delincuencia; de la Clínica Condesa; de la Fundación Gonzalo Río Arronte; Reverdeser Colectivo; Asistencia Legal para los Derechos Humanos; Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas y el Consejo Directivo por una Política Integral hacia las Drogas (CUOIHD), se habló sobre las mujeres en situación de calle y la visión de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales (LGBTTTI), con respecto a esta problemática.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en su Informe Mundial sobre las Drogas 2017, estima que alrededor de 250 millones de personas entre 15 y 64 años, habían utilizado alguna droga ilícita al menos una vez durante el año 2015. Cerca de 29.5 millones de esos consumidores padecen trastornos provocados por el uso de drogas. No obstante, consumir drogas no tiene el mismo significado para mujeres y hombres.

Mientras que en el caso de los hombres el consumo es percibido en la mayoría de las veces, como una conducta natural, social y culturalmente aceptada, entre las mujeres supone un reto a los valores sociales dominantes. La estigmatización de las mujeres con problemas de adicción a las drogas refuerza su aislamiento social, a la vez que favorece la ocultación del problema y la demora en la solicitud de ayuda para superarlo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, realizado por la Secretaría de Salud, el consumo de drogas entre mujeres mexicanas aumenta de forma alarmante, entre 2011 y 2017 aumentó de 2.6% a 6.1% el consumo de cualquier droga, de 1.9% a 5.8% el de drogas ilegales y de 1.3% a 4.8% el de marihuana.

Las mujeres con consumo problemático de drogas perciben con más frecuencia e intensidad que han fracasado a nivel personal, familiar y social. Además de hacer frente a la incomprensión y el rechazo por parte del entorno social, es frecuente comprobar que las parejas de las mujeres con algún tipo de adicción, suelen abandonarlas, delegando el cuidado de las y los hijos en otros familiares.

Por ello, es necesario visibilizar, promover y generar una nueva agenda en política de drogas con inclusión de la perspectiva de género dando como resultado la descriminalización del consumo de drogas.