En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó oficialmente que el día 22 de marzo celebramos el “Día Mundial del Agua”. Desde entonces se conmemora en todo el mundo.

El agua ayuda a forjar el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, generando un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas alrededor del mundo, pues además incide en cuestiones que afectan la seguridad alimentaria, la energética y la humana, así como al medio ambiente.

En México, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) del 2012 en 7 de cada 10 hogares las mujeres están a cargo de la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y el cuidado de los hijos e hijas; todas estas actividades necesitan agua limpia para realizarse.

Por este motivo debemos promover y propiciar el cambio de roles tradicionales entre mujeres y hombres, con el fin de que la sociedad asuma la importancia que las mujeres tienen en la gestión comunitaria y la toma de decisiones, incluyendo su opinión para el diseño de políticas públicas; y a través de la concientización de los hombres en las comunidades sobre la importancia del agua en los hogares para los roles que por cultura y tradicionalmente son responsabilidad de las mujeres como la higiene de la familia, lavado de enseres y preparación de alimentos. Sin acceso a agua limpia es muy difícil conservar la salud.

Según INEGI, en nuestro país, algunas viviendas no cuentan con abastecimiento directo de agua y, en ocasiones, la dotación de la misma sólo se realiza algunos días a la semana, por lo que se requiere de trabajo adicional para trasladar, acarrear y almacenar este líquido para satisfacer las necesidades de consumo de las y los integrantes del hogar.

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Las mujeres utilizan el 64% del tiempo destinado a acarrear y almacenar el agua hacia el hogar, mientras que el restante 36% lo hacen los hombres, estas actividades comprenden el traslado, ya sea caminando o utilizando algún tipo de transporte, para cargar y llevar el agua a la vivienda desde una llave pública, el río, la pipa, o desde otro domicilio particular.

Contar con instalaciones de agua mejoradas reducen el tiempo y la carga doméstica y hay beneficios sobre la salud de las mujeres, lo que proporciona más tiempo para labores productivas, y actividades educativas, de capacitación y ocio. El acceso adecuado a servicios de agua y saneamiento aumenta la privacidad y reduce el riesgo de ataques y abusos a las mujeres y las niñas mientras recogen agua.

En 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Naciones Unidas exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos. En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptó la Observación General nº 15 sobre el derecho al agua. El artículo I.1 establece que "El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna". La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico.

Es necesario comentar que el retorno del recurso hídrico al medio ambiente, después de su transitar por distintas actividades económicas, se realiza con cambios en sus cualidades originales, por lo que es necesario un tratamiento previo que permita su reincorporación al medio natural con las mínimas modificaciones. Poco más del 80% del agua residual que retorna al medio ambiente no recibe algún tipo de tratamiento, y para llevarlo a cabo se requieren de poco más de 64 mil 632 millones de pesos. INEGI 2014

Una opción para que las mujeres del medio rural tengan acceso al agua potable en condiciones aceptables es a través del establecimiento de pequeñas plantas potabilizadoras gestionadas a nivel comunitario con vigilancia de los materiales de los depósitos, almacenamiento de agua para evitar su oxidación y contaminación, así como la construcción de baños secos y paralelamente hacer campañas para evitar la contaminación del agua.

 

 

 

 

Fuentes:

http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/

http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/human_right_to_water.shtml

http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2014/agua0.pdf

http://www.coneval.org.mx/Informes/Coordinacion/Publicaciones%20oficiales/POBREZA_Y_GENERO_WEB.pdf

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