Para asegurar a las y los pacientes y acompañantes provenientes de diversos estados del país, la asociación Voluntarias Vicentinas, Albergue La Esperanza, realizó con recursos del Programa de Coinversión Social del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) el proyecto de continuidad Albergue temporal e integral para enfermos y familiares foráneos de escasos recursos, que permitió otorgar alimentos y complementos alimenticios a más de 2,390 personas que son asilados, a fin de cubrir las necesidades básicas de las y los cuidadores y a su vez, evitar que sus enfermos abandonen sus procesos de rehabilitación, mientras reciben tratamiento médico por diferentes enfermedades en hospitales públicos de la Ciudad de México

“Yo llegue más o menos hace seis años a la Ciudad de México porque veníamos al hospital Tlalpan a hacerme radiocirugías y ahí nos quedábamos a dormir mi mamá y yo, ya que mi casa está muy retirada y gastamos mucho dinero en los pasajes de regreso para mi lugar de residencia en el estado de Tlaxcala; en el hospital me diagnosticaron un tumor en la cabeza, por lo que requeríamos de análisis y tratamiento que a veces prolongaban mi estadía en esta ciudad por periodos de hasta un año o más; entonces una señora que nos conoció en la clínica nos habló de la institución Voluntarias Vicentinas y desde que somos huéspedes de este sitio, nos han ayudado para tener un hogar, alimentos, medicamentos y atención psicológica, aquí me hacen sentir en casa, sin el apoyo de la asociación, tal vez estaríamos quedándonos en la silla de la clínica o en la calle”, narró Isabel Nieves, beneficiaria de la organización. 

La forma de canalizar a la población objetivo es a través de las trabajadoras sociales de los hospitales de la zona de Tlalpan, “nos llaman, les apartamos un lugar, pero si hay sobrecupo enviamos a la gente a refugios cercanos, ya que la institución sólo tiene capacidad de recibir a 130 personas”, comentó Erika Serratos, coordinadora de proyectos de la organización.

Con instalaciones modestas y serviciales de poco personal que se dividen las tareas en preparación de alimentos, área administrativa y recursos humanos, esta organización brinda servicio los 365 días del año para recibir y asignar un espacio a los acompañantes y enfermos foráneos por el tiempo que sea necesario en las instalaciones, ya que cuenta con dormitorios de 10 camas o cuartos especiales para enfermos delicados o graves. 

Albergue La Esperanza cobra 15 pesos diarios por una cama, servicio de baño, tres comidas, lavadoras, áreas comunes, esto ayuda a que sea más ameno sobrellevar la agonía de sus pacientes, principalmente para las mujeres, quienes son las que por lo general se encargan y están al pendiente, “por ello el pernoctar en el albergue les ayuda a recuperar un poco de su fuerza ante las largas jornadas que pasan en el hospital atendiendo a sus parientes”, explicó Erika Serratos.

“A pesar de la ayuda que proporcionamos, aún hay mucha gente que se queda en la sala de los hospitales y que no podemos auxiliar, sin embargo, saber que nuestras beneficiarias y beneficiarios no duermen en la vía pública o tuvieron un día más comida, nos alienta a seguir consolidando los 43 años de trabajo”.

Voluntarias Vicentinas A.C., es una organización laica esencialmente femenina, su creación data desde 1617, cuando San Vicente de Paúl motivado por su fe y solidaridad fundó en Francia, la llamada “Asociación de Damas de la Caridad”, posteriormente para asumir su papel en la sociedad civil, en la vida internacional y en la iglesia universal en 1971 se constituye como Asociación Internacional de Caridades A.I.C., y es en 1844 cuando se conjuntó una hermandad de mujeres fieles que llevo a constituir en 1973 el grupo de Voluntarias Vicentinas AC, con 150 centros que inciden en los estados de Puebla, Monterrey, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua; y que contribuyen a ampliar su labor, para mejorar las condiciones de vida de los grupos vulnerables en los ámbitos de salud, educación, vivienda y empleo, entre otros.