en algunos lugares, y severas inundaciones en otros, así como la vulnerabilidad de la población y su capacidad de resiliencia ante este tipo de desastres.
Por su ubicación entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, México es susceptible a los efectos de un gran número de fenómenos naturales como huracanes, sismos, erupciones volcánicas, lluvias intensas, deslaves, etc., es decir, está expuesto a este tipo de amenazas naturales. Por otro lado, debido a la distribución de la población y zonas industriales en todo el territorio nacional, es propenso a otro tipo de amenazas consideradas como antropogénicas como pueden ser los incendios industriales, derrames químicos, explosiones, accidentes en el transporte, etc. La Gráfica I.1 muestra el impacto económico de los desastres durante el periodo 2000-2016.