La ENCC es un instrumento que orienta las acciones en nuestro país en torno al fenómeno, y armoniza y hace compatible el cuidado del medio ambiente con el desarrollo económico y social que requiere nuestro país.

En dicha estrategia, trabajaron de manera coordinada académicos e integrantes de organizaciones no gubernamentales con vocación ecológica, incluyendo propuestas de más 13 mil ciudadanos que participaron en la consulta. Aprobada y enriquecida por el Consejo de Cambio Climático -integrado por 15 especialistas en la materia, así como por las 13 dependencias que integran la Comisión Intersecretarial-, prevé medidas de adaptación y de mitigación a los efectos de este fenómeno global, articuladas en 8 ejes de acción:

  1. Reducir la vulnerabilidad al cambio climático de los mexicanos que viven en situación de riesgo, así como fortalecer su capacidad de adaptación.
  2. Disminuir la vulnerabilidad de los sistemas productivos y de la infraestructura estratégica ante contingencias climatológicas.
  3. Fomentar la capacidad de adaptación de los ecosistemas a los efectos del calentamiento global.
  4. Acelerar la transición energética hacia fuentes de energía limpia.
  5. Reducir la intensidad de consumo energético, mediante esquemas de eficiencia y racionalidad.
  6. Transitar a modelos de ciudades sustentables, con sistemas de movilidad inteligentes, gestión integral de residuos y edificaciones de baja huella de carbono.
  7. Impulsar mejores prácticas agropecuarias y forestales, con esquemas de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (los llamados REDD Plus).
  8. Disminuir las emisiones de contaminantes de “vida corta”, como el carbono negro y el metano, para mejorar la salud y bienestar de los mexicanos.

En su presentación, el titular de la SEMARNAT, Juan José Guerra Abud, señaló que con este documento se sientan las bases para alcanzar los objetivos que marca la Ley General de Cambio Climático: reducir para el año 2020 las emisiones de bióxido de carbono (CO2) en un 30 por ciento sobre la línea base, y para 2024 se debe generar como mínimo un 35 por ciento de la electricidad mediante fuentes limpias. Asimismo, afirmó que un medio ambiente sano se debe ver como una oportunidad para generar empleo, valor agregado y en consecuencia desarrollo económico y combate a la pobreza.