El Pacto Iberoamericano de Juventud, es un acuerdo político-institucional que permitirá conformar una alianza entre diversos sectores y actores con el fin de mejorar la articulación intersectorial e intergubernamental, orientar la inversión y garantizar el desarrollo integral y la protección de los derechos de las personas jóvenes.

Este pacto fue resultado de una consulta a la población juvenil iberoamericana, la cual compartió su sentir acerca de diferentes tópicos relevantes a su calidad de vida e inquietudes personales durante los “Foros Nacionales de Juventud” que se celebraron a lo largo de este año.

La primera línea de acción la propuso el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), para posicionar la participación de las y los jóvenes en la Agenda 2030, a través del establecimiento de un sistema de indicadores regionales de juventud en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El acuerdo consta de 22 líneas de acción definidas en el desarrollo de políticas que incidan en las realidades de las y los jóvenes de la región, para  reconocer los derechos de las personas jóvenes.

Su finalidad es promover sociedades plurales e inclusivas, con igualdad de oportunidades para todos y todas, sustentadas en la no-discriminación de las personas jóvenes, a través de la implementación de campañas regionales de sensibilización, prevención y atención.

Potenciar el enfoque de juventud en las políticas transversales de desarrollo, mediante la definición de estrategias gubernamentales, fortaleciendo las instituciones de juventud y su coordinación con las otras

También, propuso generar indicadores con acento en juventud conectados a las políticas públicas; la continuidad de programas exitosos tanto en los gobiernos como en la sociedad civil; y la conformación de una alianza intersectorial que permitan colocar el acceso al empleo digno para jóvenes como una prioridad.

 

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