En 1993, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 17 de octubre como el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza” con el propósito principal de promover una mayor conciencia entre gobiernos y sociedad sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular en los que están en desarrollo.

Por ello, en la Agenda 2030 se promete no dejar a nadie atrás y se aspira a erradicar la pobreza, pero, para ello, es necesario que los gobiernos actúen rápidamente y traduzcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en políticas eficaces respaldadas con recursos adecuados. La Agenda 2030 es ambiciosa y son necesarias medidas ambiciosas para llevarla adelante.

En la Agenda 2030 se insiste en la integración de las dimensiones sociales, económicas y ambientales de la erradicación de la pobreza, por lo que se deben adoptar medidas integradas que abarquen las distintas esferas políticas, aprovechando al máximo las capacidades y los recursos a través de políticas específicas concebidas para agilizar los progresos en todos los ámbitos.

Por ello, desde el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), se han llevado a cabo diversas acciones encaminadas a empoderar a los más de 38 millones de jóvenes de entre 12 a 29 años que viven en el país, con las herramientas necesarias para que se conviertan en los actores protagonistas del cumplimiento de los objetivos y metas planteadas en la Agenda 2030.

Jóvenes caminando en terreno