Cerca de la franja costera del Pacífico mexicano se encuentra La Encrucijada, reserva territorial chiapaneca  rodeada por canales, terrenos inundados y abundantes manglares de hasta 35 metros, hábitat ideal para cocodrilos, loros y monos araña donde la posibilidad de conseguir agua dulce o alimentos es prácticamente nula. 

Se trata de un paso obligado para Diconsa, pues en las zonas aledañas, en el municipio de Acapetahua, existen comunidades de muy alta marginación que son su objetivo: La Palma, La Lupe, Barra de Zacapulco, El Herrado y Las Brisas del Hueyate, donde habitan 1,472 personas que requieren del apoyo federal para su subsistencia.

Así, entre la quietud de la naturaleza y la nubosidad baja que dificulta la visibilidad del paisaje, se vislumbra una lancha cargada con maíz, frijol, arroz y otros alimentos de la canasta básica, así como productos de limpieza y aseo personal.

El lanchero Ricardo González Tamayo aclara: “Aquí, la única forma de que la gente se alimente es a través de Diconsa, nadie más se anima a llegar porque puede resultar peligroso, sobre todo en época de lluvias”.

Mensualmente, afirma el trabajador,  se movilizan 22 toneladas de artículos y para cumplir esta labor se apoya con su compañero Juan Torres, operador de un camión de tres y media toneladas con quien inicia labores apenas aparecen los primeros rayos del sol. 

Juntos trasladan los comestibles desde el almacén rural de Acacoyagua hasta el embarcadero Bahía de las Garzas. De ahí toman su lancha para navegar entre pantanos y manglares para realizar la distribución. 

El jefe del almacén de Acacoyagua, Jesús Jiménez Argüeyo, subraya que las cinco localidades son consideradas de muy alta marginación, “la presencia de Diconsa les permite ahorrar tiempo y dinero en transporte, pues ya no tienen que viajar hasta Acapetahua, la cabecera municipal más cercana”.

Por otra parte, el almacén rural Paredón, también ubicado en Chiapas, utiliza una lancha con capacidad de una tonelada para abastecer semanalmente la canasta básica a la ranchería de Cachimbo de apenas 200 habitantes. El recorrido es por mar. 

“Todo el año llueve, pero en temporada de huracanes que es de mayo a octubre, los vientos arrecian y nos ha tocado dormir por varios días en Cachimbo hasta que los vientos se calman”, recuerda el lanchero de Diconsa, Luis Javier Torres.

Cuando hay buen tiempo, añade, el recorrido es de una hora. En época de norte, la lancha no puede encallar en la playa y queda varada 30 o 40 metros antes, por lo que los pobladores tienen que ayudar a descargar los artículos. El agua, fácilmente, les llega a la cintura.

Cachimbo pertenece al municipio de Ixhuatán, Oaxaca. Sin embargo, por la cercanía con Tonalá, el almacén rural de Paredón es el responsable del surtimiento de la tienda comunitaria, la cual es atendida por Silvia Dávalos Rojas.

El jefe del almacén Cachimbo, Rosenberg Pérez Jacob explica que los lugareños se dedican a la pesca de camarón, jaiba y madre lisa. Ellos adquieren en la tienda Diconsa su canasta básica, granos y artículos de limpieza.

Los almacenes rurales de Acacoyagua y Paredón están adscritos a la Unidad Operativa Tapachula, la cual abastece a más de 800 tiendas comunitarias y equipa y suministra a 72 comedores operados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).