Para mejorar la calidad de vida de las familias en situación vulnerable de la zona mazahua del Estado de México, el director general de Diconsa, Héctor Velasco Monroy, destacó la necesidad de que gobiernos municipales, encargados de tiendas comunitarias y población en general trabajen coordinadamente para satisfacer la demanda alimenticia.

En gira de trabajo por el municipio San Felipe del Progreso, el funcionario explicó que los alcaldes son quienes tienen información de primera mano respecto a las carencias que existen en las poblaciones de su jurisdicción, hecho que los convierte en importantes motores de cambio. “Para abatir el rezago alimentario, les pido nos indiquen qué lugares requieren nuestro apoyo, así como los productos que, por usos y costumbres, son los adecuados en su ingesta diaria”.

Durante su intervención, Velasco Monroy aseguró que los comestibles que distribuye esta empresa son de alto valor nutricional al estar avalados por los institutos de Salud Pública (INSP) y el de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ). Además, la paraestatal garantiza un margen de ahorro superior al 15 por ciento al adquirir los 23 productos de la canasta básica.

“En las asambleas donde se reúnen los Consejos Rurales de Abasto con la población, responsables de vigilar la correcta operación de las tiendas comunitarias, se continuará con los talleres de orientación al consumo, para asegurar que los grupos vulnerables hagan efectivo su derecho a la alimentación con mercancía de calidad”, destacó el director general, quien enalteció la labor de los encargados de tiendas.  

Para llevar a cabo la tarea social de abasto en el Estado de México, Diconsa cuenta con más de mil 200 tiendas comunitarias, el almacén granelero de Atlacomulco, una bodega central y 8 rurales, así como más de 90 vehículos de carga y gran carga que además surten a 2 mil comedores comunitarios operados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), donde a diario se sirven gratuitamente 480 mil raciones de comida.