Para combatir la falta de alimento en las familias vulnerables de Michoacán que habitan la isla de Janitzio y en poblaciones aledañas netamente purépechas como Escalante, Uruapan, Tzintzuntzan y Erongarícuaro, donde el número de habitantes es reducido, Diconsa surte mensualmente 6 toneladas de maíz y productos comestibles de primera necesidad.

El subgerente estatal Francisco Javier Espinosa aseguró que en el tema de abasto no hay barrera que frene a Diconsa. “Ni los constantes bloqueos por causas ajenas a nosotros, ni la abundante agua que rodea a Janitzio, impide que los alimentos lleguen a su destino. Hay ocasiones en que las bajas temperaturas en lugares como Piedras de Lumbre, Los Gallineros y La Soledadita dificultan nuestro trabajo, sin embargo, siempre llegamos”, dijo.

El funcionario explicó que, a pesar de que la transportación de alimentos hacia la isla resulta costosa, Diconsa ofrece un ahorro importante en la compra de 23 productos de la canasta básica que oferta en sus tiendas comunitarias.

“Se trata de comunidades altamente consumidoras de maíz a las que entregamos 6 toneladas de grano por mes”, aseguró Francisco Javier Espinosa, quien explicó que transportar este alimento por agua no es una tarea sencilla “hay que tener mucho cuidado de que el producto no se moje porque, de lo contrario, podría generar hongo y perdería todas sus condiciones de consumo”, dijo.

En Michoacán, Diconsa también lleva abasto por tierra a zonas urbanas y semiurbanas marginadas, tarea que cumple con apoyo de la plantilla de trabajadores como choferes y supervisores, quienes tienen que sortear bajas temperaturas, caminos difíciles o algunos imprevistos como bloqueos de caminos.

Cuando esto último sucede, los trabajadores Diconsa tienen que andar de madrugada, pues nada tiene que impedir que los alimentos lleguen a las tiendas o comedores comunitarios, tal como lo afirma el coordinador de Operaciones, Juan Luis Díaz.

Por su parte, el operador de camión Aníbal Aarón Blanco, adscrito al almacén rural Angamacutiro, señaló que a diario sortea caminos difíciles y aunque se queda atascado por las fuertes lluvias, pide apoyo para salir. “Apenas sale el sol, busco a personas con tractor para que arrastren la unidad, pues la comida tiene que llegar”, aseguró.

Finalmente, la jefa de Unidad de Programas Especiales, Lorenza Hernández, con 26 años en la empresa, explicó que, para garantizar el suministro durante todo el año, aún en contingencias, Diconsa opera en Michoacán un almacén central, 9 rurales, más de mil 100 tiendas comunitarias, 9 tiendas móviles y 12 Centros de Atención a Beneficiarios (CABE), además de surtir 450 comedores comunitarios operados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).