¿Qué se necesita para escribir de cultura?, ¿cómo ser un reportero cultural?, cuestiona Pablo Espinosa, jefe de la sección Cultura en el periódico La Jornada desde 1984. La respuesta es tan sencilla como la pregunta: ser un observador profesional, un testigo documentado, un espectador apasionado.  Y volcar esa pasión en el ejercicio de la redacción que se convierte en una suerte de catarsis mental.

Es la premisa que el también autor de La música, ese misterio propuso durante la charla “La crónica, género periodístico en el Cervantino”, que ofreció en el Museo Iconográfico del Quijote, en el marco de las mesas sobre periodismo cultural que se realizan en la edición XLVI del Festival Internacional Cervantino.

Para Espinosa, con más de 30 años de trayectoria periodística, escribir sobre la vida cultural en el Cervantino es un entrenamiento profesional para los reporteros de la fuente. No sólo por tener en un corto periodo y espacio físico, un cúmulo de oferta artística nacional e internacional al alcance de la mano, sino porque la experiencia de presenciar una puesta en escena, un recital o un concierto al aire libre entrena la apreciación del arte.

“El FIC, esta escuela para cronistas está lleno de alegría, de simpatía. Es una apoteosis”, dijo el periodista al releer relatos que él mismo escribió de sus experiencias como reportero en Guanajuato, convertidas en anécdotas que lo impactaron como persona y proyectadas sobre papel.

Crónicas que tiene como ingrediente central la observación aguda de un espectador, pero que no se limita a datos, nombres o números fríos, sino que recurre a herramientas literarias para escribir una historia que haga sentir al lector que está en el concierto mismo.

“Después de un gran concierto, de un espectáculo en una sala de cine o danza me salta el deseo imperioso de contarle a los demás un deseo de revivir, de recrear atmósferas, momentos, estados de ánimo. Los pasos de los actores, su vestimenta, su sonrisa, su caminar, el fuego de sus ojos”, expresa quien ha establecido un diálogo entre la biografía y el estudio musicológico a partir de textos sobre músicos como Jean Sibelius, Olivier Messiaen, John Cage, Erik Satie, Leonard Cohen, Meredith Monk y Anton Bruckner.

En su libro más reciente, Sala de redacción, publicado por la Secretaría de Cultura, Espinosa conjuga los géneros de crónica de conciertos, reseñas de discos, relatos musicales y entrevistas con compositores, entre ellos Terry Riley y Arvo Part.

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