Quienes laboramos en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Órgano Desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, compartimos la responsabilidad y el privilegio de contribuir en las tareas fundamental es de promoción y difusión de la cultura y las artes en todas sus manifestaciones, procurando siempre la preservación y el enriquecimiento del patrimonio histórico y cultural de la Nación, que coadyuve al incremento del acervo cultural de todos los mexicanos.
De ahí la importancia de desempeñar con eficiencia y eficacia nuestro trabajo, de hacerlo con honestidad, apego a la legalidad; con vocación de servicio, respeto, equidad, amabilidad, inclusión, tolerancia y no discriminación de ningún tipo, lo mismo hacia nuestros compañeros de trabajo que con la ciudadanía a la que nos debemos. De igual manera, es esencial actuar con transparencia e impulsar la rendición de cuentas, así como perseverar en nuestro desarrollo profesional y humano, de igual modo, debemos observar una vida sana y cuidar el medio ambiente.
Para alcanzar estos propósitos, es necesario contar con un referente ético que oriente las conductas de quienes colaboramos en este Consejo. El modelo de comportamiento propuesto, contiene los elementos que expresan la manera en que los servidores públicos habremos de conducirnos, considerando ante todo la búsqueda del bien común.
De ahí la importancia de desempeñar con eficiencia y eficacia nuestro trabajo, de hacerlo con honestidad, apego a la legalidad; con vocación de servicio, respeto, equidad, amabilidad, inclusión, tolerancia y no discriminación de ningún tipo, lo mismo hacia nuestros compañeros de trabajo que con la ciudadanía a la que nos debemos. De igual manera, es esencial actuar con transparencia e impulsar la rendición de cuentas, así como perseverar en nuestro desarrollo profesional y humano, de igual modo, debemos observar una vida sana y cuidar el medio ambiente.
Para alcanzar estos propósitos, es necesario contar con un referente ético que oriente las conductas de quienes colaboramos en este Consejo. El modelo de comportamiento propuesto, contiene los elementos que expresan la manera en que los servidores públicos habremos de conducirnos, considerando ante todo la búsqueda del bien común.