Es la limitación de las personas que padecen disfunciones de la mente, temporales o permanentes, para realizar una o más actividades cotidianas o para ejercer sus derechos humanos. Está causada por las influencias del entorno social a falta de diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado. Todos somos susceptibles de presentarla, aunque se manifiesta con mayor frecuencia en adolescentes que en adultos.


Es importante saber que la discapacidad psicosocial no es resultado de un carácter o personalidad endeble o débil del individuo, sino de múltiples factores entre ellos: genéticos, sociales, culturales, económicos o ambientales.

 

Disfunciones Frecuentes

De acuerdo al ISSSTE existen disfunciones que se asocian a la discapacidad psicosocial:

  • Depresión: ocurre cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de tiempo prolongado.
  • Trastorno de ansiedad: molestias relacionadas con el miedo como intranquilidad, desesperación, preocupación excesiva o una combinación de ellas. De aquí se derivan la bulimia, la anorexia, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, el trastorno por estrés post-traumático, etc.
  • Psicosis: pérdida del contacto con la realidad por la presencia de alucinaciones auditivas, visuales, olfativas y/o táctiles (ver, escuchar, oler o sentir algo que no existe).
  • Trastorno bipolar: caracterizado por cambios bruscos en el estado de ánimo, el pensamiento la energía y el comportamiento, pasando de la apatía a la acción excesiva.
  • Esquizofrenia: afecta la capacidad de pensar claramente, tomar decisiones, controlar las acciones y las emociones e impide relacionar con los demás.
  • Trastorno esquizo-afectivo: pérdida de contacto con la realidad (Psicosis) y problemas afectivos y del estado de ánimo.