Los derechos humanos forman parte de las normas universales que reconocen las libertades y derechos fundamentales de las personas, derivadas de su dignidad humana. Con independencia de cualquier otra consideración, éstos son: universales, indivisibles, inalienables, interdependientes y progresivos.

La exclusión social propicia la violación de los derechos humanos, al carecer de las condiciones necesarias que permitan la inclusión de los grupos en condiciones de vulnerabilidad, ya que por sus condiciones requieren apoyo para desempeñarse plenamente.

Las enfermedades crónicas, degenerativas o terminales pueden colocar a cualquier persona en un estado de vulnerabilidad, toda vez que el desconocimiento sobre su adecuada atención así como los prejuicios sin fundamento, las posicione en desventaja respecto a otras personas.
La vulnerabilidad fracciona y anula los derechos y libertades fundamentales de muchas personas que padecen alguna enfermedad crónica, degenerativa o terminal, por ello es fundamental generar acciones para contener y contrarrestar cualquier forma de discriminación o segregación.

 

Enfermedades Crónico-Degenerativas

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), señala como enfermedades crónico, degenerativas y terminales:

  • Padecimientos incurables, pero la atención oportuna y los avances científicos ofrecen grandes posibilidades de prolongar la supervivencia de los enfermos.
  • Las que se presentan con mayor frecuencia: cardiopatías, accidentes cerebro-vasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes. A ellas se agregan: esclerosis múltiple; discapacidad visual y ceguera; problemas de audición y sordera, así como diversas afecciones genéticas.
  • Las denotadas principalmente por tabaquismo, inadecuados hábitos de alimentación, alcoholismo e inactividad física.
  • Aquellas que se pueden prevenir y controlar a través de cambios en el estilo de vida de quienes las padecen y, desde luego, mediante su atención integral por parte de la sociedad y de las instituciones del sector salud.
  • Y que constituyen un factor que pone en riesgo los derechos humanos de quienes las padecen, ya que la falta de información y de atención integral puede colocar a las personas en un estado de indefensión y vulnerabilidad.

Todos estamos expuestos a padecer una enfermedad crónica-degenerativa o terminal, que en algún momento pueda provocar discapacidad.