Derivado de las gestiones del Gobierno mexicano, la Organización Mundial del Comercio (OMC) emitió ayer el fallo que autoriza a México imponer sanciones a los Estados Unidos por 163.23 millones de dólares anuales, por restricciones impuestas al atún procedente de México, lo que significa no sólo una victoria desde el punto de vista comercial, sino también a favor de la sustentabilidad y conservación de los recursos pesqueros, consideró Mario Aguilar Sánchez, titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA).

Las acciones legales datan desde hace 20 años, pero fue en 2008 en que se inició la controversia ante la OMC en contra de los Estados Unidos, al negar el etiquetado “Dolphin Safe” al atún mexicano; pero con este fallo emitido el 25 de abril, concede la razón al Gobierno de México y a la industria atunera nacional, ya que los métodos de pesca de atún empleados por la flota mexicana destacan por ser altamente selectivos y sustentables, lo que reafirma lo establecido en 2005 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), al distinguir a esta pesquería como una de las más responsables en el mundo.

El Comisionado de CONAPESCA refirió que hoy por hoy en México se captura atún adulto, maduro y que ya se reprodujo, con un impacto en la pesca incidental casi nula, sobre todo en la población de delfines y de otras especies.

La resolución que concede la OMC consiste otorgarle derechos a México para retirarle beneficios arancelarios en bienes o servicios que provengan de los Estados Unidos por un monto estimado en los 163 millones de dólares anuales, medidas que estarán vigentes hasta en tanto Estados Unidos no modifique sus leyes, de tal manera que finalice la discriminación de la que ha sido objeto el atún mexicano por tantos años, explicó Aguilar Sánchez.

El titular de la CONAPESCA comentó en el tema del etiquetado “Dolphin Safe”, que éste constituye una llave de acceso para el mercado estadounidense, necesario para comercializar con libertad el atún mexicano en Estados Unidos, y el no otorgarle dicho etiquetado al atún procedente de México representa una violación, de acuerdo con la OMC.

En esta perspectiva, destacó que existen otros mercados que tomarán en cuenta el arbitraje de que el atún mexicano es altamente sustentable, que abre ampliamente el comercio en otras latitudes, como el europeo que tiene precios atractivos, sin menoscabar el mercado nacional.

Mario Aguilar Sánchez aseguró que las relaciones bilaterales con Estados Unidos respecto a pesca, son buenas, ambientalmente el tema está resuelto, con una pesquería de túnidos consolidada y encaminada a fortalecer su sustentabilidad.

Con esta decisión, señaló, el mercado y la calidad del atún mexicano tendrá un espacio fundamental no sólo en México, sino en otros mercados alternativos, ya que la industria atunera es una de las más robustas del sector pesquero en el país, que alimenta a millones de personas.

Cuando inició la restricción en los años noventa, subrayó el Comisionado, la producción de atún era de 26 mil toneladas al año, actualmente se producen 130 mil y se procesan 160 mil toneladas (sumadas 30 mil toneladas que se importan), además que el consumo, la demanda y popularidad de este producto entre la población mexicana es mayor hoy en día.

Finalmente, el titular de la CONAPESCA reiteró que México no sólo gana en la cuestión comercial, también en la sustentabilidad de los recursos pesqueros y sobre todo en el reconocimiento de los métodos selectivos de pesca. En este sentido expresó que la medida es parte de una política pública que ha mantenido el Gobierno Federal, una política de estado que debe prevalecer en beneficio de los pescadores y los consumidores.