Se aproximan las fiestas decembrinas y una de las tradiciones adoptadas por los mexicanos es la de colocar árboles de Navidad en sus hogares, mismos que adornan con esferas, escarcha, luces y otros objetos.

Las plantaciones de árboles de Navidad cuentan con 11 mil 335 hectáreas, siendo el Estado de México el principal productor. En 2015 se comercializaron 500 mil árboles plantados en suelo mexiquense, de las especies abeto de Douglas (pseudutsuga menziesii), pino ayacahuite, abies religiosa y cedro blanco.

/cms/uploads/image/file/235593/shutterstock_535102213.jpg

Cabe señalar que estos árboles fueron sembrados y cuidados en viveros certificados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), con la finalidad de controlar la deforestación y erosión del suelo. Los bosques actúan como "esponjas", capaces de recoger y almacenar grandes cantidades del agua de lluvia.

El cultivo de los árboles de navidad beneficia al medio ambiente durante todo el año: captura bióxido de carbono, genera oxígeno y en época de lluvias el agua que recoge la infiltra casi en su totalidad al subsuelo, lo que beneficia a la recarga de los mantos acuíferos. Un árbol llega a retener hasta 200 litros de agua protegiendo al suelo de la sequía y de la erosión por el viento.

/cms/uploads/image/file/235594/shutterstock_535552339.jpg

Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) promueve un esquema  de pago por servicios ambientales, para que todos los usuarios del agua contribuyan con los recursos financieros necesarios para llevar a cabo acciones de conservación del agua, el suelo y los bosques en las partes altas de las cuencas que favorezcan la recarga de acuíferos y disminuyan la erosión del suelo.

También puedes consultar:

Directorio de productores y puntos de venta de árboles de Navidad