El tiempo y el clima ha sido una preocupación permanente de la historia del hombre y el desarrollo de la humanidad, el conocer su variabilidad y posible comportamiento ha representado un reto primordial para sustentar la seguridad de las personas y de sus bienes, así como el grado de desarrollo de las diversas civilizaciones.

El conocimiento del tiempo y el clima ha estado vigente en la cultura de todos los pueblos de lo cual existen importantes vestigios representativos del respeto y reconocimiento del hombre a la naturaleza. Todas las civilizaciones a través de su desarrollo han estado ligadas a la disponibilidad del agua y su grado de adaptabilidad al medio ambiente, lo que les ha permitido su permanencia y sustentabilidad, tal es el caso de la cultura Maya en la península de Yucatán, la cual desarrolló un nivel de conocimiento extraordinario en esta materia, por sus obras monumentales como el observatorio de Chichen Itzá, la construcción de obras de aprovechamiento de agua de lluvia como los chaltunes, entre otros.

Los antecedentes de la meteorología moderna en la península de Yucatán y en particular en el estado de Yucatán, data del año de 1902, cuando el Ing. Manuel Pastrana, Director del Servicio Meteorológico de la República Mexicana propuso al Lic. Olegario Molina, Gobernador Constitucional del citado estado, el proyecto para el establecimiento de la sección meteorológica del estado de Yucatán, proyecto que fue aceptado y desarrollado a partir del año de 1904, y fue en el año de 1905 cuando se inició la operación de la citada sección, una vez que se dispuso de instrumentos a utilizar que llegaron procedentes de París.

Dicha red Meteorológica, constituida por un observatorio central en la ciudad de Mérida, cinco estaciones Meteorológicas, en las poblaciones de Progreso, Valladolid, Peto, Izamal y Maxcanú, Yucatán, así como once estaciones termopluviométricas en otras tantas localidades del citado estado; misma que fue inaugurada el día 15 de septiembre del citado año por el Dr. Braulio A. Méndez, Gobernador del estado en representación del C. General Porfirio Díaz, presidente de la República.

Actualmente la península de Yucatán cuenta con diversas redes de superficie, de altura, radares; así como un sistema de recepción GOES que permiten la prestación de servicios de previsión y seguimiento de los diversos sistemas meteorológicos que afectan a la región, misma que ha sido posible modificar de manera importante en los últimos cinco años con el apoyo del Programa de Modernización del manejo del Agua.

Indudablemente son muchos los retos que aún faltan por superar, para continuar mejorando la operación de las redes y prestación de servicios, lo cual implicará el dedicar importantes recursos económicos en el futuro, así como el continuar fortaleciendo las capacidades locales de los recursos humanos y el procesamiento y manejo de la información, así como el desarrollo tecnológico; un reto que requiere además de la participación de los diversos usuarios.

  • Sistemas Meteorológicos

La previsión meteorológica juega un papel preponderante en el desarrollo de las diversas actividades humanas. Por lo que las observaciones del tiempo de manera permanente son de gran apoyo para el desarrollo adecuado de las actividades del hombre.

En el verano, la península de Yucatán, es afectada por fenómenos meteorológicos de tipo ciclónico como las depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes que producen afectaciones por sus fuertes vientos, precipitación y desbordamiento de corrientes, oleaje y marea de tormenta en sus costas.

Como ejemplo más representativo de estos fenómenos, en los últimos años, se tiene al huracán Isidore, que en septiembre de 2002, azotó las costas de los estados de Quintana Roo y Yucatán, así como los huracanes Opal y Roxanne, que en octubre de 1995, causaron grandes estragos en los estados de Campeche y Quintana Roo.

En el invierno, se tienen precipitaciones originadas por el desplazamiento de masas de aire frío procedentes de las regiones polares del norte, las cuales provocan lluvias de baja intensidad, pero de mayor duración. Estas masas de aire frío, se caracterizan por ocasionar fuertes vientos conocidos como "nortes", que afectan principalmente a las actividades portuarias, como son la navegación marítima de gran altura y la pesca ribereña.

Así mismo, en la primavera, se caracteriza por la falta de precipitaciones, donde se presentan períodos prolongados de escasa o nula precipitación, que afecta las áreas de producción agrícola de temporal y ganadera, lo cual se ve agravado por la inexistencia de corrientes superficiales en más del 90% de su superficie, e incrementa la vulnerabilidad de incendios forestales por las prácticas ancestrales de la roza, tumba y quema en la agricultura, con afectaciones a la flora y fauna de la región.