Fue en 1989 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción de Desastres. El objetivo es concientizar y generar acciones que promuevan una cultura de prevención y preparación ante algún suceso que pueda poner en riesgo la vida de los habitantes del mundo.

La ciencia avanza, la tecnología evoluciona, y todas estas herramientas nos han ayudado a prevenir de mejor manera un desastre natural, sin embargo la naturaleza y sus manifestaciones están por encima de cualquier esfuerzo humano. Es por esto que debemos apelar precisamente a esto, a nuestra humanidad, para unir fuerzas y ser solidarios con aquellos que lo necesitan en momentos donde se pone a prueba nuestra resistencia.

Cuando un evento catastrófico ocurre en otro país, la AMEXCID , en coordinación con otras áreas de la Secretaría de Relaciones Exteriores hace un monitoreo de aquellos fenómenos de origen natural para que, a partir de la información técnica que proveen otras instancias mexicanas e internacionales, se pueda prever expectativas de países que pueden resultar afectados.

Cuando no hay forma de anticiparse a la situación, como el caso de terremotos, la AMEXCID obtiene la información sobre los daños que reporta oficialmente el país, así como las necesidades, además de datos generales sobre el tipo de fenómeno que provocó la emergencia. A partir de dicha información consulta con la Secretaría de Gobernación, Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), con quien se comparten los datos, para que en consulta con instituciones mexicanas puedan determinar la ayuda que México puede ofrecer, principalmente con el envío de personal especializado.

Después, la AMEXCID transmite la información a la titular de la Cancillería Mexicana, para que por su conducto se notifique al Presidente de la República el tipo de apoyo que se podría aportar como gobierno de México, resaltando que la misma atiende a los principios internacionales de la ayuda humanitaria.

El gobierno de México tradicionalmente dirige su estrategia de apoyo internacional ante desastres mediante el envío de personal especializado, particularmente en búsqueda y rescate o asistencia médica. Los expertos son proporcionados por las instituciones mexicanas, coordinadas por la CNPC, y con financiamiento de la AMEXCID.

Cuando no se pide apoyo con personal o no es posible su envío, la AMEXCID busca la forma de hacer aportaciones financieras, ya sea mediante un organismo internacional o la adquisición de insumos.

En estos casos, uno de los objetivos de cooperación internacional es promover la asignación de recursos financieros, para que el país afectado pueda mantener o recuperar su ritmo económico, adquiriendo los insumos necesarios para atender una emergencia, es por esto que la AMEXCID creó el llamado “Fondo de Ayuda Humanitaria”, mediante el cual se podrá apoyar principalmente a los países de la región de América Latina y el Caribe que sufran catástrofes. Recientemente, a través de este fondo recién creado apoyamos a Haití para enfrentar el paso del Huracán Matthew. 

Con este protocolo la AMEXCID se suma a los esfuerzos internacionales que promueven la prevención y acción para la reducción de desastres.