Desde febrero de 2012, Marcia de Castro es la Coordinadora Residente y Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México. Castro tiene 22 años de experiencia en las Naciones Unidas, colaborando en Asia, Latinoamérica y el Caribe, así como en China, Siria, Afganistán, Indonesia y países árabes.
En entrevista para la AMEXCID, la funcionaria internacional de origen brasileño habló de la organización y labor del Sistema de Naciones Unidas en México, así como del nuevo contexto internacional en el que los países del norte disminuyeron sus contribuciones voluntarias al desarrollo.
- ¿De qué hablamos cuando nos referimos al Sistema de las Naciones Unidas en México?
Marcia: En México hay 23 organismos del Sistema de las Naciones Unidas, encabezadas por 23 altos comisionados. Los grandes organismos especializadas están aquí, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). También tenemos varios programas como el PNUD, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNIFAP), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ONU Mujeres.
Somos un sistema grande aquí en México. Este país tiene un papel muy importante en Naciones Unidas y para la región latinoamericana. Contribuyó como país miembro al programa "Gestión de la Paz" y también aporta recursos técnicos y financieros al Sistema. Además, es un país que tiene el tema de cooperación internacional para el desarrollo muy alto.
- ¿Se puede decir que cuando hablamos del Sistema y de la ONU, estamos hablando de lo mismo?
Marcia: Sí. La ONU es una familia de organizaciones. Es la labor de los 198 países miembros. Es una estructura compleja que se puede ver en dos partes:
- Como una entidad de liderazgo y gobernanza global ejercida por los países miembros, quienes definen la agenda, las pautas y la actuación de las Naciones Unidas1.
- Como el conjunto de fondos, programas y organismos especializados que tienen temas normativos muy importantes de derechos, por ejemplo: de los niños, de las mujeres, de intercambio de creencias, de promoción, de conocimiento, de acercamiento de países, de temas de importancia regional e internacional, de combate a la violencia, a la discriminación… en fin, donde la actuación ocurre en los países mismos y no en la sede.
El 24 de octubre es considerado "El Día de las Naciones Unidas". En ese día, pero de 1945, 51 países se reunieron para firmar "La Carta de las Naciones Unidas", luego de la terminación de la Segunda Guerra Mundial.
Como parte de los festejos del Día de las Naciones Unidas en México, la Secretaria de Relaciones Exteriores, la embajadora Patricia Espinosa, fue nombrada por el Secretario General de la ONU, miembro del panel que discutió la Agenda para el Desarrollo post 2015.
-¿Cómo interactúa el Sistema con el gobierno mexicano?
Marcia: Toda la cooperación que efectúa el Sistema de Naciones Unidas es multilateral y es cooperación internacional para el desarrollo. México es un país de ingreso medio alto que todavía tiene retos en los temas de equidad, inclusión, violencia y seguridad.
Como Sistema, nosotros trabajamos con base en el marco para un desarrollo de cinco años, que está diseñado para coincidir con los periodos de los gobiernos. En el caso de México son sexenios. Cuando hay un cambio de gobierno, nos interesa saber cuáles son sus prioridades. Las 23 agencias presentes en el país tuvimos una reunión interna para definir objetivos basados en los planes de Gobierno del presidente electo Peña Nieto y su equipo de transición. Ya identificamos varias de sus prioridades y vamos a estudiar cómo se relacionan con los mandatos y prioridades de Naciones Unidas, así como los actores más importantes y las modalidades más adecuadas para la colaboración.
Aunque trabajamos a nivel federal, lo hacemos cada vez más a nivel estatal, para colaborar en temas prioritarios como oportunidades para el desarrollo, educación, acceso al poder. Estos temas son multisectoriales y es muy difícil que cada agencia lo trate por su cuenta; por eso el convenio propone la transversalidad y la complementariedad de mandatos e iniciativas, lo que también nos permite colaborar mejor entre las distintas agencias.
A nivel del Estado, la relación se hace con el Poder Ejecutivo, tanto con presidencia como con secretarías. Después con el Poder Legislativo; para nosotros es sumamente importante trabajar con diputados y senadores quienes definen pautas, presupuesto y asignación de recursos, porque podemos darles información importante que les sirva en discusiones de leyes, en la implementación de resoluciones, en la asignación de recursos importantes. También nos relacionamos con organizaciones de la sociedad civil.
México es uno de los países en nuestra región que tiene las capacidades más avanzadas en todo lo relacionado con medición, procesos sociales, desarrollo económico, social, humano, ambiental; tiene instituciones muy fuertes, muy capacitadas, que manejan las cuestiones estadísticas mejor que varios países de América Latina y el Caribe.
- ¿Y Con el sector empresarial…?
Marcia: Sí, creo que allí hay mucha oportunidad de incrementar la colaboración. Hoy por hoy, muchos de los recursos para financiar el desarrollo económico-social vienen del sector privado. Al principio los recursos venían de los países nórdicos que donaban a los organismos internacionales y se distribuían en alguna proporción a los países de América Latina, el Caribe, África y Oriente Medio. Esto ya no es así: los países del norte disminuyeron sus contribuciones voluntarias al desarrollo, y los países de ingreso medio-alto como México, Sudáfrica, Brasil, Rusia, Indonesia y China empiezan a subir sus contribuciones y las dirigen a sectores y a grupos de países que son prioritarios para su agenda de política internacional. Hoy, cada vez más los recursos al desarrollo internacional vienen de las grandes fundaciones del sector privado, como Bill Gates, Kellogg's, Mc'Arthur, Ford y en varios casos es superior a las contribuciones recibidas del gobierno. Las empresas ahora tienen conciencia más estratégica de su responsabilidad social.
La propia Naciones Unidas tiene una campaña que se llama "Impacto Global" y hay más de 200 o 300 empresas que se incorporaron a este compromiso que señala que las inversiones no deben buscar solamente sacar provecho y después moverse. Deben tener un componente de inversión social en donde operan. Y allí nosotros tenemos colaboraciones interesantes.
- ¿Qué presupuesto recibe el Sistema en México?
Marcia: Muchos recursos vienen del propio gobierno, que contribuye al Sistema. México ya no califica para recibir recursos de los presupuestos centrales del Sistema. Esos se van a Haití, África, o al Sureste de Asia. Pero recibe recursos del Fondo Global de Medio Ambiente, que trata temas de biodiversidad, adaptación, cambio climático; tiene equipos muy sofisticados y sabe moverse bien en lo relacionado a formulación de propuestas y proyectos; ha movilizado millones de dólares cada año para programas importantes en el área ambiental. Otro fondo importante es el "Fondo del Protocolo de Montreal", para eliminar gases contra el efecto ozono; México también accede a estos fondos.
- ¿Cuál es la relación del Sistema con la AMEXCID?
Marcia: La AMEXCID es una agencia sumamente importante que va a dar una dimensión más amplia a la política exterior de México y a la colaboración hacia países de América Central. La Agencia marca un cambio importantísimo en la actuación y la manera como México prioriza temas importantes para el país y define sus modalidades de colaboración. Como Sistema nos interesa mucho, porque en el fondo nuestro trabajo termina cuando estas capacidades ya existen en los países.
- Y desde su experiencia en el Sistema de Naciones Unidas, ¿cuáles son los retos a los que se va a enfrentar la AMEXCID?
Marcia: Para nosotros hay tres principios muy importantes: primero, la complementariedad, porque exige una colaboración de igual a igual; segundo, la autosustentabilidad, que es uno de los grandes retos del desarrollo; tercero, el cofinanciamiento. Para la Agencia el reto será traducir estos lineamientos básicos en modalidades de implementación. Otro reto: la Cooperación Sur-Sur, que para ser exitosa depende de productos de conocimiento. Nosotros llevamos más de 50 años en cooperación y nos damos cuenta de la importancia de documentar el conocimiento en productos como videos, publicaciones, metodologías, estrategias, normas.
Otro reto es cómo gastar el dinero: si va ser a nivel de proyectos, a nivel de actividades o la promoción de intercambio de conocimientos. Otro más es monitorear la evaluación: todos padecemos las dificultades de tener un buen sistema de monitoreo. El entusiasmo de querer hacer bien las cosas, de colaborar, es siempre muy estimulante e interesante, pero es muy importante también trabajar y definir las pautas. Yo veo allí retos importantes y nosotros queremos colaborar con la AMEXCID en estas discusiones. Asegurar que la cooperación se reciba bien y que haya beneficio a largo plazo.