Cuando la AMEXCID (Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo) fue creada generó mucho interés entre nuestros principales socios, como Alemania, España, Japón, Estados Unidos, entre otros, pero también entre los países que como México, estaban creando instrumentos y procesos para consolidar sus acciones y programas de cooperación para el desarrollo.

¿Qué generó que otros países se interesaran por la AMEXCID?

  • Que la AMEXCID naciera de una Ley impulsada por el Senado y no únicamente de un decreto.
  • Que previera desde su inicio funciones duales, reafirmando el compromiso de México con el desarrollo global y la posición aún como receptor de cooperación.
  • Que la ley creara un sistema de respaldo para la política de cooperación. No sólo se contempló la necesidad de una planeación a nivel federal, sino además, un mecanismo financiero y toda una ingeniería estadística para llevar el registro puntual de las acciones de cooperación. 

 

Al día de hoy, a estos temas se han sumado consultas de otros países sobre nuestra colaboración con organismos multilaterales y los procesos que hemos realizado para convertir en realidad lo previsto por la Ley. Las herramientas, estadísticas y metodológicas creadas por la AMEXCID ya han sido materia de intercambio con diferentes países en la región.

Estas demandas de información nos motivaron a organizar un taller para intercambiar experiencias durante el mes de nuestro aniversario.  

El propósito del evento fue dar a conocer los procesos que hemos iniciado, los que nos han resultado bien, los que no han funcionado y  el aprendizaje obtenido. Para nosotros también es importante mirar hacia otros países, hacia otras regiones y aprender de ellos para continuar mejorando nuestros procesos.

En la AMEXCID nos imaginamos que a este taller asistirían únicamente países de la región que ya habían expresado interés en conocer la experiencia mexicana, pero la convocatoria llegó más lejos.

Participaron funcionarios de Argelia, Argentina, Brasil, Benín, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Honduras, Palestina, Paraguay, Uruguay, todos con experiencias diversas que también ayudarán a continuar construyendo el sistema mexicano de cooperación.

También contamos con el apoyo de Naciones Unidas y el Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS), y de Japón y Brasil, país con el que México ya se había comprometido a tener un intercambio de experiencias.

Esta es la esencia de la cooperación, compartir lo mejor que tenemos para enfrentar retos globales y crecer juntos.