En 1995, el Archivo General de la Nación (AGN) designó el 27 de marzo como el Día del Archivista, con el propósito de revalorar y reconocer el trabajo de las personas que, con su quehacer cotidiano, se erigen en los depositarios de la memoria de nuestra sociedad, ya que se han encargado de recolectar, gestionar, proveer y garantizar el acceso a los documentos.
Asimismo, se han dado a la tarea de elaborar y aplicar la normatividad en esta materia a todo documento producido por cualquier institución, organismo o entidad, pública o privada. Sumado a lo anterior, han creado los instrumentos de descripción necesarios para facilitar la búsqueda y recuperación de información por parte de los usuarios del archivo.
El 27 de marzo se eligió como el Día del Archivista gracias a que en esa misma fecha, de 1790, Juan Vicente Güemes Pacheco y Padilla, segundo conde de Revillagigedo, envió al Ministerio de Gracia y Justicia de España un proyecto para crear el Archivo General de la Nueva España “en aras de un plan necesario y urgente, para reorganizar a la Secretaría de Cámara del Virreinato como el tallo de la dirección de todo lo que conduce el gobierno”.
En ese tenor, el 28 de abril de 1792 se emitieron Las Ordenanzas para el Archivo General, redactadas por el propio virrey de la Nueva España. El objetivo principal de la nueva institución fue alcanzar “las ventajas de un Archivo General bien ordenado, asistido y manejado por personas inteligentes”, ya que —aseguró—, la instalación de “este común depósito de reales cédulas, órdenes, providencias, ordenanzas, instrucciones, instrumentos públicos, procesos, cuentas, padrones, y demás papeles antiguos, que sepultados en diversas oficinas y cubiertos de polvo, ocultan bajo de sí, las noticias más preciosas e interesantes”.
La labor de los y las archivistas consiste en proteger la integridad de los documentos y garantizar que éstos sean una evidencia confiable del pasado. Por ello, recuerda que el o la archivista:
- Valora, selecciona y mantiene los documentos archivados dentro de sus contextos histórico, legal y administrativo, respetando así el principio de procedencia, preservando y haciendo evidentes las relaciones originales de los documentos.
- Protege la autenticidad de los documentos y asegura que su valor no sea alterado durante el proceso archivístico, la conservación y el uso.
- Asegura el acceso continuo y la inteligibilidad del material archivístico.
- Documenta y justifica sus acciones con respecto al material archivístico.
- Promueve el acceso más amplio posible al material archivístico y ofrece un servicio imparcial a todos los usuarios.
- Promueve la conservación y el uso del patrimonio documental de la humanidad trabajando de manera conjunta con los miembros de su comunidad y con otros profesionales.
- Utiliza la confianza depositada en su profesión para el bien común.
Felicidades a todos en el Día del archivista.
